Aragón El próximo domingo, día 18, el Partido Socialista de Aragón (PSA) podría empezar a salir de la crisis que lo atenaza desde hace varios meses. En la asamblea convocada para ese día, todos los militantes podrán votar una de las dos ponencias que resumirán la actitud de los dos bloques en que se ha ido polarizando el partido de cara a su futuro: la unidad con la inminente Federación Socialista Aragonesa (PSOE) que posteriormente negociaría la articulación con este partido —que para los no partidarios significaría la pura y simple integración previa desaparición del PSA — o el mantenimiento del partido soberano a la espera de encontrar una articulación estatal que no pasaría ni por el PSOE ni por el PCE. Los partidarios de la unión con el PSOE opinan que esta postura es dejar la pelota en el tejado. Crisis de identidad La raíz de la crisis que atraviesa el PSA -crisis que Emilio Gastón juzga positiva tiene su origen en los resultados de las elecciones generales del 15 de junio, aunque los más significativos partidarios de la unión con el PSOE la retrotraen hasta los orígenes del PSA. En todo caso, las elecciones de junio evidenciaron que el único partido regionalista y socialista con un electorado importante detrás era el Partido Socialista de Aragón. La Federación de Partidos Socialistas en la que estuvo federado el PSA durante los últimos tiempos de la clandestinidad, era un cadáver ya antes de la elecciones. Con su desaparición naufragaba lo que Andrés Cuartero y Luis Marquina (miembros de la ejecutiva del PSA que ya presentaron su baja en el partido y son partidarios de la unión de ambos colectivos socialistas) califican como "una alternativa fuertemente diferenciada del resto de la izquierda a nivel estatal". A la vista de los resultados —el PSA se había quedado sólo como partido socialista no unido al PSOE en todo el Parlamento, con excepsión de los escasos diputados del PSP— el Consejo General de julio nombró una secretaría general colegiada que integrarían, además de Emilio Gastón, Guillermo Fatás, Carlos Forcadell y Luis Marquina, quienes por su parte eligieron el resto de la Ejecutiva. Fruto de un verano intensísimo, la ejecutiva presentaba a finales de agosto un documento de 32 folios destinado a ser discutido en el Consejo General del 18 de septiembre. Se trataba de un exhaustivo análisis de los resultados electorales, de la situación en que fototype FOTOCOM POSICIOff DÉ TEXTOS PARA EDICIONES • LIBROS Df TEXTO • NOVELAS revistas • pmmcmms CATALOGOS • FOCIETOS • MEMORIAS TESINAS V REMENDfRIA {SENERAL MtLUUV ASTRAY, 18 • TELffOW 37 6S 12 ZARAGOZA SOLO ES NECESARIO OUE NOS LLAME El P.S.A. en la encrucijada quedaba el panorama de los partidos políticos en el Estado y en Aragón, y sobre todo, de las posibles alternativas cara a una articulación estatal del PSA. La principal premisa de todo el análisis era la de que la situación real no permitiría la supervivencia de una formación socialista de ámbito regional que no poseyera articulación estatal, línea y apoyo sindical, aparato suficiente, implantación masiva y fuentes regulares de financiación. Era pues necesaria una articulación —que podría acabar o no en fusión con algún partido estatal— para subsistir. ¿Dos direcciones? ¿Pero con qué partido? El informe de la ejecutiva rechazaba de plano que el PSP de Tierno Galván —cuyos pobres resultados habían sorprendido a muchos el día 15 de junio— o la Federación de Partidos Socialistas, prácticamente inexistente tras las elecciones, pudieran enriquecer en este sentido al PSA a nivel estatal. El juicio relativo del PSP era particularmente tajante en el informe, que venía a abrir a corto plazo dos vías de articulación para el PSA: el Partido Comunista y el PSOE. En ese sentido, el informe presentado por la ejecutiva señalaba los contactos habidos a nivel estatal y aragonés con ambos partidos. Eran los tiempos en que todavía cabía barajar una articulación con el PCE que hiciera surgir un Partido Socialista Unificado de Aragón (PSUA), similar al PSUC catalán, posibilidad que contaba en principio con la simpatía de buena parte de los dirigentes del PSA. Sometido el informe al Consejo General de septiembre, 17 de las 30 secciones territoriales —Huesca, Teruel y pueblos de la provincia de Zaragoza, sobre todo— se mostraron a favor de una articulación e hicieron constar cierta preferencia en el sentido de que ésta fuera con el PSOE. Pero no todas las secciones cuentan con el mismo número de militantes y se dio el caso de que las más nutridas —las de Zaragoza, ciudad, con ex¬ cepción de Torrero- no se pronunciaron a favor. Como acuerdo del Consejo General se fijó la continuación de las conversaciones con el PCE y el PSOE en base a cinco puntos que el PSA considera sustanciales. Pero ya antes de iniciarse el Consejo General, toda la ejecutiva había presentado su dimisión y renunciado al derecho de voto. Se producía así la retirada voluntaria de la escena de los miembros más cualificados de los cuadros del PSA: Guillermo Fatás, Carlos Forcadell, Luis Marquina, Elias Cebrián, José Luis Chamorro, Andrés Cuartero y otros. En el seno de la Ejecutiva se había producido un evidente bloqueo y la imposibilidad de conseguir un consenso mayoritario en favor de una de las dos posibilidades apuntadas en su informe : la articulación con el PCE o con el PSOE. Sólo el PSOE El Consejo General decide nombrar nueva secretaría general, integrada ahora, por Emilio Gastón, Elias Cebrián, Enrique Bernard y José Bada, quienes eligen al resto de la ejecutiva. Una ejecutiva de concentración de las diversas tendencias en la que según Cuartero, Marquina o Cebrián, predominarían los partidarios de la no articulación con el PSOE "contrariamente al acuerdo de la mayoría de las secciones". Guillermo Fatás opina que "los que éramos pro-PCE en la anterior ejecutiva, ni siquiera propiciamos un representante en la nueva". Pero serían las conversaciones con el PC y el PSOE quienes modificarían sensiblemente la situación y agravarían la crisis. En noviembre, el PCE dejó definitivamente claro que no aceptaba el quinto de los puntos fijados como innegociables por el consejo general del PSA: la autonomía plena para las decisiones que conciernan a Aragón, concretada en un Congreso regional soberano. Se esfumaba así toda posibilidad de un partido como el PSUC catalán. Por el contrario, el PSOE -primero a nivel de ejecutiva regional, después también a nivel de bases— afirmó aceptar los cinco puntos fijados por el PSA y así lo hizo saber mediante un escrito que urgía a un pronunciamiento público sobre la voluntad de unión de los dos partidos socialistas. Es el momento en que la crisis llega a su punto más grave. "El PSOE habla por escrito de integración y de respetar los cinco principios —señala Emilio Gastón— pero de palabra han dicho que el PSA debería desaparecer dándose de baja en el registro de asociaciones políticas, y que no admiten la autonomía de partido regional". Guillermo Fatás, por su parte, señala que "el PSOE, desde una posición inconcebible de prepotencia, sin entender que la postura del PSA no tiene nada que ver con personalismos, se limita a proponer que se firme un comunicado conjunto por el que el PSA aceptaría la integración pura y simple". Elias Cebrián, por el contrario, resume su visión diciendo que "cuando los partidarios de la articulación con el PCE han visto que no es posible, han pasado a negar cualquier articulación para impedir que ésta se produzca con el PSOE. Se está evidenciando una actitud anti-PSOE visceral". ¿Con el PSP? En el Consejo General celebrado en Fraga a finales de noviembre, se planteó el escrito del PSOE invitando a la integración. "Ante el temor de que el Consejo ratificara los cinco puntos y contestara afirmativamente el escrito del PSOE, no se dudó en boicotear la reunión y convertirla en una asamblea en la que nada se pudo votar", afirma Elias Cebrián, el miembro más votado de la actual secretaria general colegiada. Fue en Fraga donde « produjo la intervención nj nítida de Emilio Gastón 2 señalar que lucharía ¿tal el final contra los miembros del PSA que trataran integrar el PSA en el PSUC| y afirmar que él se encuentra' entre quienes piensan que nol hay razones para abandonarla! plena soberanía del por mantener su propia coïe] rencia política y existir ... espacio que no están ocupaniol ni el PSOE ni el PCE. "Aunque la articulación es posible con ninguno de L, dos partidos que habíamosl previsto -señala a ANDALAN Emilio Gastón- hay que seguir, buscándola, pero sin renunciar] a la soberanía de sus decisiones! en todo lo que afecte a Aragón, y al carácter federalista desde] abajo que tiene el PSA. Ya] están surgiendo otras posibilidades. El PSP puede ofrecer] una estructura a nivel Estado y se está federalizandol de forma clara, lo que ofrece] una alternativa más acorde c lo que pensamos nosotros". Problemas de espacio político "La falta de una cobertura sindical coherente también sel puede solucionar. Sin renunciatj al principio fundamental libertad sindical y sin quej los sindicatos sean correasj de transmisión de los partic Es el caso de la USO", afi el secretario general delJSA.j Para Andrés Cuartero ( ya no pertenece al PSA, elementos diferenciadores PSA con respecto al PS0E1 desaparecido en la realidad desde la ruptura de la Federa | ción de Partidos Socialistas. "El PSA no puede tener, ettl la realidad, una política internacional propia. Tampoco I tiene incidencia en la polítir sindical y un partido obrero de masas sin respaldo smdical| no puede subsistir. El ni tiene ni ha querido tener una política sindical diáfana para sus trabajadores. Y cuanto a la soberanía, es absolutamente soberano podría llegar a ser insoiidano| en la construcción del socialismo. Además, en la realidad, el PSA no es soberano: as dos grandes estrategias laj marcan, en la izquierda, ei| PSOE y el PCE. Tablo Larrañeta Sil Si necesita un piso más moderno... confie en una firma especializada, a.p.i. continente Juana de Ibarbouru, 1 - teléfono: 41 43 79 8 ANDALAN