Aragón Renteros y medieros de Aragón Ya los están echando, señor Ministro... El pasado lunes, día 10, el Ministro de Agricultura, en su visita a la FIMA-78, intentaba desmentir ciertos rumores que en el campo aragonés se venían corriendo, y de los cuales ANDALAN se hizo eco días antes de su visita. Intentaba Lamo de Espinosa tranquiliar los temores de los campesinos diciendo que en la futura nueva Ley de Arrendamientos se tendrían en cuenta no la situación de los renteros en el momento en que se publique, sino que se vería con carácter retroactivo, con lo que los terratenientes no podrían escaparse de la Ley expulsando ahora a los renteros. Sin embargo, los grandes terratenientes hacen oídos sordos a las palabras del ministro, y siguen expulsando trabajadores de sus tierras. Precisamente a los pocos días de aparecer el citado artículo de ANDALAN (ver número 158-159) conocíamos un nuevo caso de expulsión de renteros en el ribereño pueblo de Pradilla de Ebro. Un caso que, por sus circunstancias, nos recuerda el viejo régimen feudal, y sirve, mejor que un tratado de economía, para comprender la situación actual de la tierra. Los herederos del marqués de Arlanza, a través de uno de sus hijos, Luis Higueras Baselgas, han entregado actas notariales conminando al inmediato abandono de las fincas de una docena de familias que venían cultivando esas tierras desde hace tres generaciones. Son ellos mismos quienes nos han explicado la situación. Le hemos perdido la ilusión a la tierra La finca, de unas 40 Has. de regadío a la orilla del Ebro, fue arrendada por el antiguo marqués de Arlanza a los abuelos de los actuales me dialeros. Fue en la segunda generación cuando el siguiente marqués formalizó unos contratos con los agricultores y les fijó una renta (eran los tiempos de la II República). Sin embargo, las cosas cambiaron con el siguiente heredero de los marqueses, que encontró una forma mejor -y más barata- para mantener a los colonos: no renovó los antiguos contratos escritos y fijó, de forma oral, un régimen de medial con los actuales cultivadores. "Si hemos seguido cultivando estas tierras -dice Félix Cuartero, líder del grupo— ha sido con la esperanza de que algún día podríamos comprarlas. Porque la falta -de interés de los propietarios hacía cualquier tipo de mejoras nos ha llevado a perder la ilusión por estas tierras. Pero por lo menos queríamos dejar a nuestros hijos esta tierra que durante tantos años hemos estado trabajando". Para los me dialeros, las tierras son de excelente calidad; sin embargo, necesitan toda una serie de mejoras (nivelacio¡tts, arreglo de los riegos "porque en algunos cabe un tractor con su remolque", cocentración de las parcelas, defensas contra el Ebro, que casi todos los años inunda las tierras, etc., etc.), mejoras que, cada vez que han querido poner en marcha, han sido zancadilleadas por los propietarios. "Las reformas —dicen— que nos decidíamos a hacer, corrían absolutamente por nuestra cuenta, sin que los marqueses ayudasen en nada; e incluso nos hacía comprometernos a que cualquier desperfecto que pudiera derivarse de las obras tendríamos que pagarlo también nosotros". Por no ayudar, el marqués no ayudaba ni con su presencia. Según nos cuentan, el anterior marqués aún iba cada dos o tres años a visitar la finca; pero sus herederos no han ido por allí, desde que aquel murió, más que a entregarles, a través de un notario, las actas de expulsión. "Ellos tan sólo se preocupaban de recoger cada año, a través del administrador, el valor de la mitad de nuestra cosecha, descontando la mitad de los abonos y semillas. La mitad de la Seguridad Social también la pagábamos nosotros." De esta forma podemos decir que, dada su despreocupación por la tierra, los medieros le salían al marqués mucho más baratos que llevar peones para cultivar la finca. No se reconoce nuestro trabajo La inquietrud de los colonos comenzó, hace meses, cuando alguien dijo que el marqués había puesto un anuncio en los periódicos, ofreciéndo las tierrras a la venta. No tardó en presentarse el administrador, ofreciéndoles comprarla a los propios medieros. Una parte de ellos (de Gallur y de Pradilla) se juntaron para pedir un crédito y comprarla, y acuden a hablar con el marqués. Este les dijo que en las gestiones realizadas le habían ofrecido doce millones y medio por la finca, pero que si ellos querían tendrían que pagarle quince. "Nosotros -dicen-, llevábamos una moral muy alta porque parecía que, por fin, podríamos comprar las tierras, y le ofrecimos trece millones. Pero el marqués (propietario de fincas en Gallur, Zuera, Garrapinillos, Cartuja, entre otros pueblos, miembro del consejo de administración del Hotel Panticosa y presidente del desaparecido Banco de Aragón) nos dijo que no "podía" vendérnosla por ese precio. Aún subimos medio millón más, que ya es mandar precio, para ser unos medieros con tantos años detrás de trabajar sus tierras. El nos dijo entonces que no se casaba con nadie. Y lo que más nos dolió es que nos tratara con esa frialdad y que no reconociera todo el trabajo que durante años habían dejado sobre sus tierras. Eso fue una bofetada. Todo quedó claro cuando el marqués les dijo que lo que en realidad quería era limpiar la finca de colonos para poder venderla más cara. "Pero —decía un viejo agricultor- somos como la perdiz, que no sabe salir de su regacho, y aún con todo intentamos conseguir los quince millones." Todo se acabó cuando el marqués, a la hora de comprarla, les dio un plazo de cinco días para entregarle cinco millones de fianza. "Con el 15 por ciento de interés que nos pide la Caja de Ahorros -dicen los medieros- es imposible que podamos hacer nada." Así, con el aviso notarial para que abandonen las tierras, los medieros han agotado las posibilidades de poder adquirirlas. El marqués ha corrido más que las tímidas promesas del Pacto de la Moncloa. "Las leyes las han hecho ellos y para ellos" Sólo queda ya la esperanza de que la situación cambie pronto. El más viejo de los me¬ dieros recuerda: "Cuando la República estuvieron a punto de echamos y nos afiliamos a la UGT porque nos dijeron que si lo hacíamos nadie nos podría echar". En estos momentos todavía queda una esperanza para los agricultores; "Hasta ahora no hay ninguna ley que nos ampare; las leyes las han hecho ellos y para ellos. Pero si quieren que siga existiendo la agricultura va a haber que acabar con la especulación de la tierra, acabar con estos sistemas de arrendamiento y favorecer al agricultor para que pueda acceder a la propiedad de las tierras que trabaja, dándole dinero barato y a devolver a largo plazo, porque nosotros no queremos quitar nada a nadie por la fuerza". Artenio Baigorri Enrique Ortegó Rectificación El Alcalde-Presidente del Ayuntamiento de Escatrón hace saber a la opinión pública que es totalmente falsa la noticia aparecida en «ANDALAN» (número 149. semana 20 al 26 de enero de 1978) de que este Ayuntamiento había rechazado y ocultado un primer crédito de 80.000.000 de pesetas concedido por la Caja de Ahorros de la Inmaculada. Esta entidad, como se demuestra por la carta dirigida a esta Alcaldia, que está a disposición de cuantos quieran examinarla y de la que se remite a «ANDALAN» una fotocopia, no ha concedido nunca ningún crédito a este Ayuntamiento, Escatrón a 28 de marzo de 1978. El Alcalde, Tomás Cándala Pina SU SILENCIO ES OTRA VENTAJA Es el resultado de aplicar la moderna tecnología en aire acondicionado... Es la consola silenciosa HUSHON. A la temperatura confortable que Vd. desea para su despacho, dormitorio, etc., la consola silenciosa HUSHON añade tranquilidad, silencio total y elegancia. HUSHON % DISTRIBUIDOR iccsa ACONDICIONAMIENTO DE AIRE Feo. de Vitoria, 15 (Pasaje Miraftores - tienda 29). Tels. 2301 50-375315 ZARAGOZA RESTAURANTE SOMPORT JACA (Se come bien) Casa especializada en artículos para c«ma y mesa LENCETWA HNA ANTIGUA CASA DE VELA Waza de Sas, 4- Tel. 23 33 46 ZARAGOZA ANDALAN 7