La CAZAR en Monzón En sus eslògans publicitarios dicen ser el interés más desinteresado, pienso que va de pura broma; en sus fines se dice que es social, ¿social?, ¿a qué parte de la sociedad se refiere?, pueso que existen estratos sociales de baja, media, alta y otra que nunca se dice, pudiendo muy bien ser la de los acaparadores y explotadores del resto de las demás capas sociales, y a estos son a los que ayudan en sus obras sociales nuestra Caja de Ahorros. Según se demuestra en sus hechos, para la C.A.Z.A.R, Aragón se limita a ser, en cuanto a inversiones de carácter social se refiere, en primer lugar Zaragoza capital; en la provincia de Huesca sólo dos poblaciones merecen su atención. Jaca, como zona de veraneo, y Barbastro, que debe ser por sus poderes fácticos. Quisiera dejar claro que no tengo nada en contra de la ciudad de Barbastro ni de sus ciudadanos, y que si existen una serie de personas poco honestas que llevan para dicha ciudad mejoras en detrimento de poblaciones o zonas enteras, el pueblo de Barbastro no es culpable, sino esas personas o entidades deshonestas o caciquiles en los cuales yo incluyo a la Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja. Cuando se ha estado visitando a su presidente con temas relacionados con las necesidades de Monzón, su acogida ha sido de lo más fría posible, nunca ha dado respuesta concreta a nada de lo planteado, da la sensación que Monzón sea una ciudad maldita para la Dirección de la Caja. Diego Díaz. Monzón €í JUSagerzane FUNDADO EN 1*04 ORGANO DE LA ASOCIACION DE AMIGOS DE SOBRARSE Y RIBAGOKZA Mancomunidades municipales Las ofertas políticas que concurrieron a las pasadas elecciones municipales presentaban, en algunos casos, un 4 ANDALAN determinado objetivo en sus programas concretos: la constitución de mancomunidades. No se trataba de un tema nuevo ni por ello menos necesario o deseado. Una mancomunidad es una asociación voluntaria de ayuntamientos para cumplir unos determinados objetivos que suelen estar relacionados con una mejora en la prestación de servicios; para ello aprueban los estatutos que deben regir su gestión y nombran unos órganos de , dirección. Hasta ahí todo parece ser sencillo, pero ahora tenemos que recordar los problemas que surgen o hacemos surgir cuando se ha planteado la posibilidad de llevar a cabo cualquier proyecto de mancomunación. El hecho de que la propia gente del país reconozca tácitamente que sería muy beneficiosa la unión entre ayunta-, mientos, pero que «no hay prepara¬ ción» o que existe mucho individualismo «o que se comienzan las conversaciones siempre por detrás», esto es por los puntos teóricamente más irreconciliables, muestra un determinado estado en la opinión de la gente. Todas estas excusas que están en la calle unidas a unas determinadas características objetivas de nuestro territorio como son los problemas derivados de áreas con dobles cabeceras, el empecinamiento tradicional de nuestro poder local, que inexplicablemente no sólo no ha dado paso alguno en el terreno de las mancomunidades, sino que se ha permitido el lujo de buscar enfrentamientos entre nuestros pueblos, presenta un panorama nada alentador. Tenemos que plantearnos seriamente nuestra responsabilidad como sobrarbenses y ribagorzanos respecto a este punto. ZÍMBEL Los concejales y sus renuncios litúrgicos El veterano semanario barbastrense, cuyas debilidades políticas son sobradamente conocidas, no ha mucho se complacía poniendo en solfa las claudicantes y bacilones cojeras de algunos munícipes socialistas durante la misa de ofrendas en las recientes fiestas septembrinas: que si quebraban la pierna, que si acusaban artrosis paralizante en su último grado... La verdad que a penas se entiende qué puede pintar en una misa el alcalde con su bastón y toda la corte de concejales emperifollados de bandas, serios y estirados, con la histriònica escolta de bufonescos maceros, y al lado ese coro Cándido e inocente de bellezas infantiles, ufanas con su ideal ilusión de tronos y principados. No obstante, la cosa no fue para tanto, como parece sugerir el reportero semaneril. Y si no, vean, vean ustedes el testimonio gráfico y constaten la seriedad y respeto que le están poniendo a la cermonia los muchachos de la primera fila. Sí señor, y los cuatro socialistas. Lamentablemente no sucede lo mismo en las filas subsiguientes, que según parece son allegados de la casa; es comprensible: a veces... el exceso de confianza... Y además, ¡qué caramba!, entre conocidos todo puede quedar en casa, ¿o no? V. de Andrés. Barbastro balería de arte Exposición de Enrique Lascase Acuarelas y óleos Del 28 de septiembre al 15 de octubre Plaza Ntra. Sra. del Pilar, 16 - ZARAGOZAS