i i l I ff y LO MADRAZO" NE-CLUBS PECADOS CONSENTIDOS Ustedes me van a perdonar que hoy les aburra con prosa burocrática, pero para hablar de válvulas de escape, de ghettos y de libertades dentro de un orden es preciso prevenirse y hablar por boca de oficios, escritos y decretos. El 18 de mayo de 1973, la Secretaría de la Organización Sindical envió al Sindicato Nacional del Espectáculo el siguiente acuerdo, adoptado por el Comité Ejecutivo de ese Sindicato Nacional: «Federación de Cine-clubs: Organismo dependiente del Ministerio de Información y Turismo que integra lo que en definitiva no es más que una modalidad empresarial de Salas de Proyección dedicadas al sector intelectual del país. Esta modalidad empresarial marca una clara competencia a las empresas de exhibición Cinematográfica precisamente por estar localizadas en el Departamento Ministerial de referencia protegidas y fomentadas por el mismo y al margen de la Organización Sindical que como empresas que son le corresponde...». Como consecuencia de este acuerdo, el Presidente del Sindicato Nacional del Espectáculo solicitó a la Federación Nacional de Cine-cubs copia de los estatutos para tomar unu decisión. Por su parte, la Dirección General de Cinematografía, hasta donde también llegó el anterior oficio, envió posteriormente a los Delegados Provinciales de! Ministerio de Información y Turismo el escrito siguiente: «El artículo 19 de las Normas de Censura Cinematográfica vigente, copiado a la letra, dice así: —Cuando las películas se vayan a proyectar exclusivamente ante públicos minoritaros, las anteriores normas se aplicarán con la amplitud debida, conforme el grado de preparación presumible en dichos públicos. Las películas blasfemas y subversivas se prohibirán para cualquier público. «Esta norma es de evidente aplicación a los Cine-clubs que, Por definición, proyectan pelícu•as para públicos minoritarios. bin embargo, con el fin de que no sea esquivado este precepto, es necesario extremar el rigor de 'a inspección de los citados Cinec™\&, para que en ningún caso Permitan la entrada a personas que no figuren como socios suatos al pago de una cuota. «Como se han dado casos en que algunos Cine-clubs han ad- mitido público no asociado, incluso con taquilla abierta, me dirijo a V. I. con el ruego de que dé los órdenes oportunas para que se extreme la vigilancia sobre el funcionamiento de los Cine-clubs de esa provincia, ya que las películas que se autorizan por la Junta de Ordenación con ese destino concreto, deben ser efectivamente proyectadas para públicos minoritarios». Después de toda esta densa palabrería, queda claro el concepto que merecen los Cine-clubs a la Administración, concepto que, a su vez, explica su existencia y su azarosa vida: un Cineclub es un «ghetto» para intelectuales, donde pueden gozar de «manjares prohibidos» — muy relativamente, claro está — siempre que se quede en la pura y estéril degustación; cualquier Intento de ir más allá, de extender el cine y exhibir coherentemente ante un público amplio, será cercenado «por definición», como indica muy gratuitamente el Director General de Cinematografía. Un Cineclub goza de las ambiguas ventajas («las anteriores normas se aplicarán con la amplitud debida») del paíernaiismo cultural bien conocido, pero tiene tajantemente señalado hasta dónde puede llegar: un límite que depende de quien lo quiera aplicar («las películas blasfemas y subversivas se prohibirán»). Lo lamentable es que es cierto que, en este momento el Cineclub es una actividad para uso y regodeo de una minoría universitaria, pero no por definición, sino porque no queda más remedio. Lo lamentable es que un Cine-club esté sometido a la paradoja de que proyecte las migajas que dejan caer los monopolios de exhibición — creación del «Arte y Ensayo» incluida — y se vea acusado de competencia desleal por la misma exhibición que, muy legalmente, le está haciendo la vida imposible. Lo lamentable, pero ya era de esperar, es que se recomiende ahora mano dura con los Cine-clubs, cuando la Junta Directiva de un Cine-club gallego ingresó en su día en prisión. En fin, en nuestra provincia, donde los Cine-clubs, por razones económicas, políticas y culturales, no tienen precisamente un camino fácil, es posible que tras caer algunos antros considerados como «desviaciones permitidas» (prostitución, droga, etc.), los Cine-clubs empiecen a temer ser las próximas víctimas de esta rotunda revisión de los criterios de lo permitido y lo no permitido, el pecado y la virtud. JUAN J. VAZQUEZ DÇL DOTT. HORATIO GRECO )a\U iiilÍKttioncdcüaciHi pofia tigura; 1 íuhano gli impedimcmi , che foglíc cfcludere il Reo áaila tcrtura.Qucfti di que fi coiifidcnnOf Fel fx forte *t at,t\ non hauei- ben fci mo. Ü cpi l'artkolí.QiicíU jkt eflèrno boli , c morbü/1 f onde Projx Tcrgli inijícdímentijclic ri/ultano dall'^., $o,i}o coippitii ifítficiulji^ i giouapiíCht^ d$i íp>jK(UpKnp| che perpaigun quciÜ per :¡o difií-j: , ffttlíf», ¡(xpute^ INQUISICION Y CONSTITUCION El título no puede ser más afortunado en esta España que, aún, a veces, anda mirando atrás, buscando viejas fórmulas con que atar. El libro de J. Pérez Vilariño (1) que hace referencia al clásico y recién reeditado (2) de H. Kamen y a otros varios estudios, pretende sencillamente situarnos en 1813, cuando las Cortes de Cádiz discuten — veinte años después de la Revolución Francesa — si se restablece o no el Tribunal del Santo Oficio. Por insólito que pueda parecer que en Cádiz se plantee siquiera el tema, hay que recordar que un tercio de los diputados eran clérigos aún y que, en definitiva, las posturas ante este debate son fundamentalmente simbólicas (reformisme - revolución, igual que hoy) y permiten prever las actividades ante el resto de ios temas, ante la Constitución. En su línea de aportaciones didácticas, asequibles, de fuerte compromiso social, la editorial Zero ha editado recientemente otros temas de Historia, desde el documento exhaustivo e imprescindible al especialista (3) hasta el folleto que «aspira a llegar a las fábricas y a las aulas destacando los rasgos obreros de la historia misma, que son justamente sus líneas maestras» (4). (1) J. PEREZ VILARIÑO: Inquisición y Constitución en España. 105 pp. (2) H. KAMEN: La Inquisición española. Alianza Editorial, n.0 438. (3) Cf. los dos tomos de J. Freymond sobre la Primera Internacional, ya comentados en AND ALAN, o las historias de movimientos obreros de Adab de Santillán, M. David, E. Dólleans, F. Garrido, F. Prieto y J. Gómez Casas. (4) En esta línea, los «Apuntes históricos del movimiento obrero español» de F. Prieto, los «Orígenes del Partido Socialista Obrero Español», de V. M. Arbeloa, o la recién publicada «Historia dialéctica de las clases sociales de Julia P. Ramírez, por no citar, ahora, monografías, memorias, etc. iiHlaláii PASO Y LA TELEYASION 7 Más baturradas PASO 1. "Muchas veces he dicho que nada hay más español que un aragonés. Este es un fenómeno histórico que con el tiempo tendrá el estudio que merece". 2. "Hay el que es católico sin saberlo, el que presume de abstracto pero que luego, llegado el momento, pone en las quinielas un V. P. que quiere decir Virgen del Pilar, y de este modo busca la mediación de María para que gane el Zaragoza o pierda el Castellón, o triunfe el Atlético de Madrid o haya empate en Sarrià y sorpresa en los Cármenes". 3. "El poder expansivo estaba en Castilla. La metafísica en la Basílica del Pilar'*. 4. "La Virgen del Pilar dice, que no quiere más neveras, que quiere más oraciones y más almas verdaderas". 5. "...la metafísica estaba en Zaragoza, en Aragón. Y por eso Zaragoza, es en estos días, capital del mundo de habla española". 6. El florilegio corresponde a algunos de los inspirados párrafos del ¡viva Cartagena! de Alfonso Paso con ocasión del día del Pilar 1973. ¡Qué pena que su artículo no hubiese aparecido en "Hermano Lobo"! Por el humor. Dentro de lo que cabe. ALIENOMETRÜ CANTARIN 1. Antes que el ojo crítico del Gauterico lo bautizase como "televasión", tan eufónico para la oreja, tan certero él, en- casa le llamábamos familiarmente, el aparatejo, el alienómetro. Toda una "summa alienométrica", es decir, perfectamente medida y calculada, podría elaborarse a partir de las tres letritas: te, uve, e. Aunque no haya "listas negras", de la Viuda, dixit, no todos los españoles —no todo tipo de españoles — pueden asomarse a ese reloj parado. 2. Pero a veces hay joyas como ésta, que vale por un tratado sociológico, creo yo. Una muestra de lo que sí complace a los que programan lo que debe o no debe llegar a nosotros. Un cantante, sección canción española, en la noche del 29.9.73, mirando al horizonte del ocaso ideológico, nos brindó esta faena: "A todos los españoles nos gusta la libertad: la playa, la romería y el cochecito para viajar". 3. La democracia sufre el escamoteo, como en la vida misma, de la prestidicción, de los juegos malabares verbales: ya tienen Vds. libertad de playa, libertad de romería y libertad de cochecito, ¡No molesten! DEMOCRÍTO L: mvm Para educar a sus hijos RECOMIENDA «DIALOGOS CON LAS MADRES DE NIÑOS NORMALES». Bruno BETTELHEIM (1972). Barral Editores. 210 págs. El autor nace en Viena, discípulo de S. Freud. Emigra a EE. UU. en 1939. Actualmente es profesor de Psicología y Psiquiatría en la universidad de Chicago. Bettelheim resume en este libro unas reuniones mensuales con parejas de padres. Orienta las posibles interpretaciones a las actitudes de los niños y la tradición confía a soluciones convencionales o al innecesario consejo del psiquíatra. Temas tales como celos, orinal, chupete, caprichos, castigo. Libro interesante para la comprensión del niño. INFANS. ESCUELA MATERNAL ♦ Tenor Fleta, 11 (hasta 2 años) + c/ Aeropuerto Km, 1 - 6 (5 años). — Teléf. 21 28 93 El BOLETIN, miope El Boletín Oficial del Estado de fecha 24 de octubre de 1973 dice que «no ha sido posible contener el progresivo estado de ruina» de la Capilla de Cerbuna. Pues eso es una mentira de las gordas. Que le conste al Boletín como nos consta a todos y cada uno 'de los zaragozanos, Incluidos los brutos que la dejaron caer. G. PATAS