4 amlaljm Hay quien dice que la cultura está ausente de Teruel y que nada se hace en la ciudad que merezca tal nombre. Y sin embargo, en lo que va de curso se han dado cuatro conciertos, lo que da un promedio de uno semanal. Tres en la Casa de la Cultura — que inaugura piano y muy bueno por cierto — y uno regalado a los turolenses el día del ahorro, dado en la catedral por la orquesta de Cámara de Zaragoza. La cosa no está mal, pero sin embargo, la asistencia de público no es la que debiera. Lo más curioso es que quienes suelen criticar la ausencia de actos culturales parecen ignorar los pocos que se celebran. Pero cuando estos pocos tienen verdadero interés, no falta la TERUEL NUEVO ALCALDE, NUEVO OBISPO gente — joven claro, como el público de los conciertos — . Y ahí están las conferencias sobre temas aragoneses que se están dando en el San Pablo, como la de Biescas o la de la profesora Luján, con un éxito de audiencia y participación verdaderamente notables. Sin embargo otras veces la cosa falla, como ha ocurrido con el congreso sobre temas orientales. La especialización de las ponencias es lógico que restara público, pero lo peor es que LA MALADETA, SILENCIO A Huesca, intocada, con hermosos paisajes abiertos, sin apenas huella humana, virgen —casi— de destrozos turístico-especulativodesarrollistas, dormida en la dulce espera del Príncipe-Promotor que la invite a subir a la carroza (¿Charter?) de la milagrosa industria del apartamento, la fondue a las siete, y eí flamento/baturro en cuatro idiomas, le queda poco, pero que muy poco, de su tranquilo aislamiento. Así lo ha prometido en un reciente discurso el señor Bailarín Marcial, director general del 1RYDA. Si algo no puede negarse al Sr. Bailarín, es su amor por Huesca. Curiosamente, es de los poquísimos oscenses que lo son y ejercen. Que en todo momento, y a pesar de vivir en la Corte y en pleno ejercicio político, no olvida su provincia, haciendo todo lo que está en su mano por ella. He oído, de pasada, su discurso por Radio Huesca, por lo que no puedo citarlo con exactitud. Naturalmente, acudí a la prensa local, la única local, del día, para confrontar lo oído —ingenua pretensión— i grandes problemas de composición, espacio, u otros, debieron hacer que la visita, el discurso y las promesas se resumieran en una pequeña nota a pie de página, en la que se decía, que... El Director General —sin nombre— venido expresamente de Madrid, dio posesión... Pocas veces vemos a la Administración reconocer los errores. En este caso, se pasó revista a la Ordenación Rural del Valle de Benasque, para concluir que no se habían alcanzado los resultados previstos. Y entre noticias buenas y malas, asegurar que se iba a dotar a Benasque de una Super Estación de Esquí —noticia que TV. E. recogió recientemente al informar sobre las audiencias de S. A. R. el Príncipe, al que le fue mostrado un anteproyecto con abundante material — . Los aficionados a la montaña y amantes de la naturaleza ya tienen conocimiento de esta importante promoción: más de 150 escritos de diferentes clubs de montaña, encabezados por Montañeros de Aragón, presentados ante el ministro de Agricultura, pidiendo protección para el paraje Aneto-Maladeta, dan ¡dea de la excelente acogida con que en su día fue recibida la noticia por la opinión pública. Pero al parecer, son historias de «chalados montañeros», a los que se responde con una sonrisa, para ser archivadas cuidadosamente en el olvido. La idea sigue adelante. Los Montes Malditos; al fondo, el Aneto Suponemos al Sr. Bailarín poco informado sobre las consecuencias paisajísticas, ecológicas, económicas y sociales que la construcción de esa espectacular estación de esquí puede traer —circunstancias que por otra parte, ni han sido estudiadas ni interesan—, de lo eontrarío se llegaría a una paradójica conclusión: Si no sabemos hacer producir al monte, se parcela y se vende. Decisión salomónica, que no por deseada de los Príncipes-Promotores, deja de ser sorprendente. Y uno piensa, ¿qué se hizo de la petición de tantos clubs de montaña, respaldada por el no despreciable número de sus socios? ¿Qué hace el ICONA al respecto? ¿Y el Ayuntamiento de Benasque? ¿Quién y cómo está detrás de todo esto? Porque alguien debe saber algo. Y como suponemos que el que calla otorga, esperemos que tan importante promoción, dé al menos, las divisas suficientes —y suficientemente repartidas— para que el que sienta la imperiosa necesidad de espacios libres, pueda irse a Suiza a llenarse los ojos de paisaje. JAUME DRAC DE LLEIDA faltasen gentes que de una manera u otra debían haber asistido, porque no hay que olvidar que aquí hay bastante «profesor universitario» de filosofía, arte y otras muchas cosas más. Tal vez el que se celebrase en el puente de Todos los Santos hizo que no quedase nadie para ir, pero cuando se tiene un verdadero interés no hay puente que valga, (Me inclino a pensar que el pluriempleo de casi todos estos profesores les somete a un ritmo de trabajo difícil de soportar. De ahí la imposibilidad de participar en actos culturales o de hacer cultura fuera de sus clases o, simplemente, de quedarse en Teruel un fin de semana). Y conste que aunque debamos reconocer el mérito de quien ha organizado este congreso — el siempre inquieto Carlos de la Vega — , creemos que Teruel, la ciudad y los ciudadanos, nececitan otro tipo de cultura más directa, más suya. Es difícil que atraigan los temas orientales à una juventud que comienza a descubrir ahora su propia realidad, que ya es bastante. A otros niveles, la ciudad vive, o al menos es noticia. Un alcalde presenta la dimisión y, como es natural, se nombra otro nuevo porque tampoco en Teruel se eli¬ gen los alcaldes. El que era primer teniente de alcalde asciende un puesto en el escalafón municipal. Y viene dispuesto a ordenar urbanísticamente pequeños detalles, como la escalinata y alguna cósica más... Suponemos que entre ellas estarán calles nuevas sin sumideros en las calzadas, que se convierten en badinas cuando llueve; la horrorosa pavimentación del camino de la estación —que por cierto pasa por delante de su fábrica—; las obras que se realizan dentro del casco monumental y que parecen ignorar que hay una delegación de Bellas Artes y unas normas para las ciudades monumentales, y otras cosas más que hagan de Teruel una ciudad en todos los sentidos. No debe ser fácil la tarea de alcalde en una ciudad con tan escaso presupuesto municipal, pero, desde luego, plantearse e intentar solucionar algo más que el urbanismo no sólo es necesario, sino imprescindible. Y también llegó obispo. Bienvenido, don Damián. Deja sus tierras oscenses — tan problemáticas, tan necesitadas — y viene a otras no demasiado diferentes. Su batalla por la defensa de las gentes de Sobrarbe, por el enraizamiento en su tierra, por el desarrollo humano, social y económico —recogido en una pastoral que hará época en la diócesis b'drbastrense — nos hace esperar mucho de su trabajo aquí. J. PARICIO ALCAÑIZ EPILA: NO HAY FELICII OMPLEÏA Sólo una cosa ha faltado en Epila para que la felicidad de unas espléndidas Jornadas Aragonesas fuese completa. Y es que el pueblo no ha podido realizar — ni siquiera con ese motivo— uno de sus sueños: Poder entrar, sintiéndose «dueño por un día»» (¡bien poco era!) a su palacio, el que fuera morada última del Conde de Aranda y ahora posee, en la distancia, la duquesa de Alba, Cayetana. No se sabe bien de dónde ha surgida una vez más la negativa contundente, si de la señora o del fiel Joaquín, el celoso guardián con órdenes estrictas. No obstante, y a pesar de la depresión y melancolía que parecían sumir a Epila desde el cierre de la Azucarera y el cólera de hace cuatro años —¡aún sin resolver el saneamiento! — , el pueblo ha sabido responder con entusiasmo a esta iniciativa de los chicos del Club de la Juventud y los del Plantel de Extensión Agraria. Con llenos y expectación creciente, se ha asistido a conr ferencias sobre Aragón en su geografía y arte, economía, agricultura, historia (Eloy Fernández, Biescas, Porquet Manzano, Pilar de la Vega), una exposición del grupo «Azuda», películas de Buñuel y Saura presentadas por J. J. Vázquez y Alberto Sánchez, un gran concierto ie la Orquesta de Cámara de Zaragoza y, para culminar los actos, se espera para el domingo 17, por la mañana, un recital de J. A, Labordeta. Un viejo decía — nos cuentan — la otra noche: «Esto parece como cuando la República; no sé cómo acabará». Y, lamentándose de la apatía loca! hasta el momento, varios fornidos epilanos se mostraban de acuerdo: «Lo que pasa es que somos muy dignos y nunca hemos sabido pedir a los importantes. Es una pena, con la de marqueses y condes que tenemos ios de Epila en Madrid...» vive al día los problemas de ARAGON f j^j^^.¥¥¥¥¥¥¥¥¥¥¥^