• iiiMlaiáii is pmiiHiiiiiiitiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii^ I EL VERANO POLITICO I DEL MEDITERRANEO MlllilllllllllllillllllllllilllllllllllllllllllilllllllllllllH De manera continuada el centro de Interés del verano político de les penínsulas mediterráneas ha tenido un solo nombre: Portugal. El inesperado y súbito derrumbamiento de una dictadura que habíamos terminado por considerar casi como una constante geográfica, un escenario político de gran dramatismo, en ei que unos y otros desde el primer momento, e ignorando las grandes diferencias, buscaban actores con quienes identificarse. Todo esto, y algunas cosas más, han contribuido a este mantenimiento de la actualidad portuguesa en un primero y a veces exclusivo plano. Por eso resulta conveniente recapitular lo sucedido en los escenarios políticos de las otras dos penínsulas, escenarios que en ciertos aspectos resultan tanto o más Interesantes que el portugués. Europa occidental. En comparación con la vida política anterior a la dictadura, la nueva democracia ofrece un estilo que asombra a todos los observadores: manifestaciones de casi medio millón de participantes sin el menor incidente, un número de huelgas menos que en Itàlia o Inglaterra. Y esto en un país que, escasamente hace una generación, vivió una sangrienta guerra civil entre rojos y blancos. Naturalmente, hay problemas, ' los económicos son graves y las estructuras agrarias claman a voces por las necesarias reformas. En política internacional, el asunto chipriota, que ayudó al alumbramiento del nuevo régimen, representa una seria hipoteca. Pero con todo, la democracia griega se siente ya lo suficientemente fuerte para ajustar cuentas al pasado, un pasado dictatorial du- GRECIA, DEMOCRATICA En la capital griega se remata un proceso caracterizado por su gradualismo y también por sus limitaciones. Un régimen afianzado, que tras un año de existencia ha atravesado sin mayores complicaciones las elecciones parlamentarias y municipales, amén de un referéndum que ha desterrado la monarquía como forma de gobierno. Se ha redactado una constitución, que no por su excesivo carácter presidencialista deja de ser perfectamente homologable con la del resto de los países de la rante el cual se suspendieron todos los derechos democráticos, se encarcelaron a 8.270 ciudadanos por delitos políticos, se desposeyó de sus cargos a otros 6.118 y se celebraron 2.254 consejos de guerra, con la ayuda en todo ésto de una policía sin escrúpulos. El gobierno de Caramanlis comenzó limpiando la administración central de los partidarios de la dictadura, pasando después a destituir a unos 80.000 cargos municipales nombrados a dedo por los coroneles, sustituyéndolos por otros elegidos democráticamente por sufragio universal. Sólo en- CEDADE REPLICA I. (Viene de la pág. €) que CEDADE no arranca carteles ni sabotea asambleas en la Universidad. — que no embadurnamos el paseo de la Independencia con vivas al señor Blas Pifiar. — que no hemos pintado de azul los cristales y los marcos de las ventanas de la Banca Catalana. — que no hemos roto los cristales de la Banca Mas-Sardá. — que no hemos agredido a ningún puesto de editorial." — que no "ordenamos" retirar en librerías libros sexuales. — que no nos consideramos herederos del Rexismo y del Nacionalsocialismo, sino que de éstas y otras doctrinas, cual es la falangista o CASA EMILIO COMIDAS Avda. Madrid, 5 Teléfono 228145 la fascista, extraemos una buena parte de la base de nuestros principios. 6. — Que Ezra Pound verdaderamente defendió al régimen de Mussolini constantemente, pero que ante todo era un poeta norteamericano residente en la Italia fascista, lo que le valió después malos tratos y cárcel en América, bajo pretexto de que estaba loco. Por lo tanto, que pudiera haber sido colaborador de Mussolini de algún modo, no creo que eso sea nada despreciable o criminal, teniendo en cuenta que, como debería Ud saber, Mussolini también colaboró con el General Francisco Franco en la Cruzada Española contra el comunismo, doctrina ésta opuesta, como también debería Ud saber, a la fascista, a la que se permiten tratar en la página 3 del presente número 71 como "la más espantosa doctrina que ha conocido la humanidad". 7. — , Que, por último, en caso de que Andalán desee informar sobre CEDADE como es su mis'.ón, y no desinformar, puede dirigirse al Apartado de Correos 14.010 de Barcelona o al 3.122 de Zaragoza para pedir toda información que acerca de nosotros deseen. En ello les atenderemos con muchísimo placer. Suyo affmo. s. s. q. e. s. m., FERNANDO LECINA delegado de CEDADE en Zaragoza. tonces se pasó a enfrentar con los tribunales a los responsables de matanzas y torturas, incluidos los directos autores del golpe de estado. Sea cualquiera el resultado final de estos procesos, y con independencia de la polémica que susciten, una cosa está clara: en Grecia el restaurado régimen de partidos con garantías democráticas ha superado su primera prueba. El decidido apoyo que le presta Europa, cuya ayuda económica se acumula, al revés de lo que sucede tratándose de Portugal, contribuirá quizá a aminorar las tensiones que provoquen los cambios que se imponen: la eliminación definitiva del régimen de clientelas políticas de cuño mediterráneo y las necesarias reformas estructurales que han de acompañarla. Quizá para este momento la figura más indicada no sea Caramanlis. En todo caso, los problemas están en puertas. La incorporación como miembro de pleno derecho a la Comunidad Económica Europea, el Mercado Común, acelerará indudablemente el desarrollo y modernización de la sociedad. Ei futuro pertenece a las fuerzas políticas que sepan tener en cuenta a tiempo los cambios que se avecinan. ITALIA: «UN REY DESNUDO» A primera vista el escenario político italiano es muy distinto. En Atenas reconforta wt régimen, a fin de cuentas moderado, que no ha vacilado en enfrentarse con unos procesos no exentos de peligros para parte de la clase gobernante. En la capital romana se nos ofrece en principio el lamentable espectáculo de un partido que no acaba de comprender la fábula del «rey desnudo», tal como decía un diario europeo a raíz de las elecciones del 15 de junio: «Los políticos demócratacristianos, largo tiempo encerrados en sus ilusiones y su retórica, tendrán que darse cuenta al final, de que el rey está desnudo, de que la sociedad italiana en mutación profunda ya no se reconoce en «el sistema», de que se vuelve hacia aquellos que le ofrecen el cambio». Esta resistencia a ver la realidad ya ha cobrado una primera víctima, ei propio Fanfani. Un político, no hay que olvidarlo, que en 1954 fue el defensor de la «apertura», fórmula que en su época representó un avance aunque moderado, pero que desde 1973 sólo ha encarnado el inmovilismo. Eminencia gris de una serie de combinaciones del equipo gubernamental, que tras cambios de personas ocultaban la persistencia de un método de gobierno que los italianos han resumido en dos palabras: «malgoverno» y «sottogoverno», es decir gobierno oculto a través de clientelas y camarillas. La última torpeza de Fanfáni fue el ofrecer a una sociedad ávida de cambios y reformas un ideal político simbolizado en la defensa del orden público, amenazado por el terrorismo, y en la demonización del mayor partido del país, el partido comunista italiano. El resultado de las elecciones dio cuenta de esta ceguera política. Desde entonces han pasado ya dos meses, y aunque todavía no ha concluido la formación de los gobiernos locales, ya puede apreciarse el cambio de decoración que el verano ha significado para el escenario italiano. El número de las administraciones controladas por los socialistas y comunistas se ha hecho tres veces mayor: actualmente gobiernan cinco de las quince regiones, treinta de las 92 provincias y más de treinta de las grandes ciudades, entre las que se cuentan Turín, Génova, Venècia, Milán, Florencia, Perugia, Bolonia y Nápoles. Y la lista continúa ampliándose. H. J. RENNER DONDE ESTA EL CAMBIO Toda -esta marea de renovación política malamente podrá contenerse a un nivel de política municipal o regional. Tarde o temprano será en la misma Roma, donde tendrá que definirse una nueva política en función de estos datos, del nuevo escenario. De las opciones que se ofrecen ya habló ANDALAN en su día, ahora nos interesa otra cosa. Es natural que entre las mismas filas de la Democracia Cristiana se hayan producido exámenes de conciencia, no excesivamente desgarradores por cierto, pero que han terminado impregnando de cierta ambigüedad a personajes que hasta entonces hacían gala de una intransigente beligerancia frente a comu' nistas y socialistas. Por otro lado, las primeras deserciones, a . nivel local, las más sonadas han sido las del ayuntamiento de Milán, son mal augurio para un partido, parte de cuya fuerza numérica se debe al usufructo de prebendas y cargos. Pero lo más grave para una clase política que en sus treinta años de gobierno ininterrumpido, llegó a identificarse con el Estado a secas, es el cambio de actitud de la gran burguesía. Una clase social a la que durante todo este tiempo ha otorgado o denegado favores en función de su fidelidad o valimiento al sistema, y que ahora, en el momento crítico, parece que le abandona. Han tenido gran eco, por ejemplo, las manifestaciones de Umberto Agnelli, Jo una significativa Inhibición que mostró hasta qué punto flaqueaba el apoyo al partido de la mayoría: los armadores genoveses se negaron a financiar el diarlo de los demócretacristianos, que se vieron asi abocados a los comicios municipales y regionales en la capital llgur disponiendo tan sólo de un semanario. «Evidentemente, declaraba por estas fechas un gran patrono al semanario italiano «Tempo», el PCI es peligroso, pero da más garanties. No se puede programar sino hay seguridades, y la democracia cristiana ya no puede darlas». Hay que conceder que Fanfani supo ver a tiempo este peligro, pero no pudo hacer nada para contrarrestarlo, se lo impedía su propia política. Por eso, en su famoso artículo intitulado «No», un no al «compromiso histórico de gobierno» que le ofrecía el PCI, Fanfani se limitó a denostar dolidamente en un pasaje a aquellos «imprenditori credulU que dialogaban con los comunistas... EL FUTURO DE ITALIA Y EUROPA La salida que se impone a la situación italiana encerrará riesgos para todos, la sabiduría política en un régimen democrático consiste en calcularlos y asumirlos. El frente sindical no ha dejado de manifestar recelos ante la nueva sensibilidad política de los patronos, temiendo que la clase obrera sea la llamada a pagar las consecuencias en el terreno de sus reivindicaciones. Los industriales tardarán en adaptarse a una administración que destierro la corrupción y la clientela, con sentido del Estado y de los Intereses colectivos. Pero se ha impuesto la idea de que así no se puede seguir. También en esta otra penfnsu- en nombre de la Fiat, quien se ha declarado dispuesto a colaborar con ios comunistas y socialistas (tanto el Consejo regional del Píamente como el ayuntamiento de Turín están en manos de las izquierdas). No significa esto que hayan desaparecido toda clase de dudas respecto a las fuerzas de la izquierda, pero sí de que prácticamente ya no existen respecto a la derecha: casi ninguno de los grandes empresarios italianos cree que la democracia cristiana sea capaz con su actual política, de salvar la situación económica y social del país. Esta actitud no la han tomado de la noche a la mañana de las elecciones. Ya desde mediados del año pasado comenzaron a multiplicarse las declaraciones en este sentido, tanto' de grandes empresarios, como de dirigentes de algunas de las asociado-' nes de industriales. A las mismas puertas de las elecciones se produ¬ la mediterránea ve a cerrarse uñ capítulo de su historia. Lo que siga ofrecerá un gran interés, pues por su grado de desarrollo y por sus estructuras, Italia está en condiciones de servir de inspiración al resto de Europa en grado mucho mayor que el trágicamente atrasado Portugal. I