aiNhilán 3 A N D A L A N SECUESTRADO El pasado día 29 de agosto y cuando sólo faltaba una hora para que terminara el período de depósito previo del número 72 de ANDALAN, correspondiente al 1 de septiembre, dos inspectores del Cuerpo General de Policía procedieron al secuestro de la edición completa del mismo por orden del Juzgado de Guardia, que era el de Instrucción número 3, Incautándose de toda la tirada así como de las planchas y clichés correspondientes a las páginas centrales. En el auto de secuestro se especificaba como causa del mismo la inserción en dicho número del artículo -El paternalisme urbano», del que era autor el sociólogo Mario Gaviría; cinco frases del mismo podrían estar incursas, en opinión del Juzgado, en lo previsto en el artículo 251. párrafo 4.°, del Código Penal, en relación con el artículo segundo de la Ley de Prensa e Imprenta. El texto del mencionado artículo del Código Penal, califica como delito de propaganda ilegal el € realizar o proyectar un atentado contra la seguridad del Estado, perjudicar su crédito, prestigio o autoridad o lesionar los intereses u ofender la dignidad de la nación española». Habida cuenta que sólo el artículo «El paternalismo urbano» estaba incurso en la acción iudicial y que la retirada de la edición completa de ANDALAN suponía unas pérdidas aproximadas de un cuarto de millón de pesetas, aquella misma tarde se iniciaron las gestiones ante el Juzgado de Instrucción número 3 a fin de obtener permiso para distribuir la edición secuestrada, una vez retirado el artículo incriminado, A tal fin, nuestro director presentó el lunes día 1 el correspondiente escrito de súplica. El día 6, después de consultar con el Ministerio Fiscal, el juez Indicó que se repitiera la petición ante el Tribunal de Orden Público — al que se iban a remitir los autos— después de ocho días. Cuando el 27 de agosto pasado se hizo público el texto del Decreto-Ley Antlterrorismo, ya había sido entregado a la imprenta todo el material correspondiente al número 72, Pese a ello, el Consejo dé Redacción decidió cambiar cuatro páginas ya confeccionadas entre las que se encontraban la portada y las páginas centrales, en las que precisamente se decidió incluir el articule «El paternalismo urbano» sujeto ahora a procedimiento judicial. Su autor. Mario Gaviria, prestó declara ción en el Juzgado el día 6. PAPA; VEN EW BUNKER ELECCIONES SINDICALES SEGUNDO TIEMPO y ANDALAN suscribe integramente el editorial titulado «Los periodistas y el Decreto-Ley», publicado el pasado dia 1 en la «Hoja del Lunes» de Madrid, órgano de la Asociación de la Prensa de la capital española, que ha sido ampliamente reproducido por numerosos medios Informativos. Este editorial ha merecido los elogios y el apoyo de la mayoría de la Prensa del país, a excepción de los periódicos de la Cadena del Movimiento que capitanea el señor Romero, don Emilio, y de «El Alcázar», de la Hermandad de Ex-combatientes que preside el señor Girón, don José Antonio. P*L primero de agosto pasado el *-* ministro de Relaciones Sindicales afirmaba por televisión que «no hay una sola empresa en España donde la oposición haya copado las elecciones sindicales», refiriéndose a las celebradas en junio a nivel de empresa. No dejan de resultar sorprendentes, después de tan tajante afirmación, los criterios restrictivos con que se han redactado las normas electorales para la segunda fase de estas elecciones — la correspondiente a los cargos locales y provinciales — aparecidas en el «Boletín Oficial» cuatro días después. No vamos a discutir ahora quién y en qué proporción ganó las elecciones de base, pero reconozcamos ^OOOOeOOOOCOOOOOOOOOOOOO^OOOOOOOQíSíSOOOOiSOOOOSOOSOOGOOOOOOOOCOOOOOOOQOOOOOOOOfiS Después de Helsinki I Los cantos a la distensión con los que se cerraba la laboriosamente preparada conferencia de Helsinki parecen reducirse a meras palabras de Congreso, mientras la escena internacional se llena de síntomas de todo lo contrario: golpe de estado en Bangla-Desh, donde los USA avanzan un peón en Asia después de la mala partida de Vietnam; presencia de técnicos norteamericanos en él Sinaí tras el endeble acuerdo de paz logrado en Oriente Medio; respuesta soviética retirando el apoyo a Egipto, aconipañada de duras frases contra Sadat; guerra civil en Angola entre partidarios de Occidente y partidarios del Este. No sólo en Occidente sino también en Moscú muchos analizan que la crisis económica occidental podría tener el efecto de acentuar las tendencias al conservadurismo político y comportar nuevas formas de guerra fría. A la vez que muchos sectores de las Estados Unidos criticaban la presencia de Ford en Helsinki,, se apreciaban en Moscú manifiestas pruebas de un ascenso de los duros en la política soviética. En este marco habría que situar él artículo aparecido en la «Pravda» del 6 de agosto en el que se condenaban las alianzas impuras de tos comunistas franceses y los italianos, y su concepción equivocada de la democracia y el camino hacia ella. Para los verdaderos comunistas, especificaba la «Pravda», el concepto de mayoría no es aritmético sino político, con lo cual se apoyaría la evolución de la política portuguesa que ahora se está viendo detenida, y se pondrían reparos a la vía italiana, reforzada en la práctica por él éxito del PCI en . las elecciones municipales y regionales del 15 de junio. «L'Unitá» ha manifestado ya su desacuerdo con el artículo de la «Pravda». A la vez los comunistas italianos marcan repetidamente sus diferencias con sus vecios portugueses. Ya el PCI, en la declaración conjunta de Libomo afirmaba que «en su concepción del paso de¬ mocrático al socialismo en la paz y en la libertad, se expresa no sólo una posición táctica, sino también un convencimiento estratégico que nace de la reflexión, sobre las condiciones históricas específicas de la Europa occidental". Georges Marcháis ha reaccionado también contra él artículo de la «Pravda» que incitaba a los occidentales a construir él socialismo más rápida y más enérgicamente, y en «UHumanité» del 4 septiembre, el PCF reafirma su adhesión a los principios del sufragio universal y recusa las teorías de las mayorías políticas^ *Una transformación tan profunda de la sociedad como el paso al Socialismo, excluye la noción misrrík de modelos, seari la moda retro o él prét a porter.» La atención se va a centrar en él futuro inmediato en los comunistas italianos, que lanzados al establecimiento de su hegemonía en la sociedad italiana, son los que más definidamente ostentan una estrategia y una táctica muy distintas a las portuguesas. Los italianos aseguran la fidelidad de Italia a la Alianza Atlántica y a la OTAN, se adhieren a los ideales supranacionales de Europa occidental, respetan el pluralismo político, sindical, intelectual. A pesar de esto, los Estados Unidos no se fían y tienden a ver al lobo escondido detrás del cordero. Después de Helsinki, Kissinger ha invitado a Moscú a no mezclarse en los asuntos portugueses, afirmando que son intolerables comunistas en el gobierno de países formando parte de la OTAN. La advertencia puede valer también para Italia, donde los comunistas del PCI han penetrado tan profundamente en la sociedad, que se están haciendo imprescindibles para cualquier solución politica estable. De estas cosas van a hablar al mismísimo Washington, no sólo Agnelli, máximo representante de una burguesía que necesita urgentemente una estabilidad política, sino también diputados comunistas del Parlamento italiano. C. F. que con ellas entra ya a los primeros escalones de la Organización Sindical un gran número de trabajadores que nunca antes habían ocupado estos puestos y otros, muchos también, muy conocidos por sus ideas y actividades disconformes con la actual estructura del sindicalismo español. No hay que interpretar la participación de estos hombres y mujeres en el proceso electoral como signo de aceptación por su parte de unos determinados sindicatos, sino como convencimiento de las posibilidades de aglutinamiento de la clase obrera y mejor organización de la misma que brindan esos cargos sindicales puestos a votación. En efecto, la mayor parte de las tendencias existentes en el mundo obrero español participaron en la primera fase electoral y van a hacerlo en esta segunda aunque no todos con? curran por idénticas razones. Esta fase local y provincial tiene una especial importancia, habida cuenta el gran número de pequeñas empresas existentes en el país y más concretamente en Aragón. Es muy difícil para los trabajadores de estos talleres, desarrollar una acción reivindicativa eficaz dentro - de sus empresas y, por otra parte, en la mayoría de los casos éstas están acogidas a convenios y normativas de ámbito provincial. Y aun en el caso de las grandes, como se demostró con ocasión del conflicto del Metal, en Zaragoza, las posibilidades de acción son mucho mayores desde estos puestos. Sin embargo hay que reconocer que el ambiente optimista que rodeó la primera fase no se va a dar en esta segunda. Un verano pródigo en acontecimientos y norpiatlvas de claro signo restrictivo ha abortado o al menos ha puesto en cuarentena proyectos e ilusiones que, en la primavera, hacían hablar a muchos de un futuro próximo, distinto y mejor. No cabe duda de que si llegaran a los cargos provinciales y nacionales de la O. S. los mismos hombres que han triunfado en las elecciones de base, los Sindicatos, que legalmente está imbricados en la estructura del Estado, serían como un cuerpo extraño en el mismo. No parece nada fácil conciliar una O. S. impregnada de hombres de claro signo renovador en sus cuadros, en el seno de unas estructuras que han optado abiertamerte por la Involución. En este contexto es en el que habría que ente nder las restricciones impuest r; por las normas dictadas para es i \ segunda fase. No obstante los que se presen tan como candidatos conocen to das estas dificultades, pero saben también que desde esos puesto > podrán defender más eficazmente las reivindicaciones de sus diferentes sectores, aglutinar a los trabajadores y sentar las bases de un sindicalismo autónomo, unitario y democrático. Quienes vayan a participar en las próximas votaciones deberán tener, pues, presente, la importancia que va a tener el tipo de representante que salga elegido de las mismas. L. G. P.