El embrollo del Sàhara iiiHlalAii 3 MUCHOS son los elementos que se mezclan en la problemática de la descolonización del Sahara. En primer lugar la política interior de los diversos países interesados, por la que Hassan ha de jugar la carta nacionalista y anexionista para prolongar sus medievales estructuras de poder, mientras que Argelia no puede tolerar la existencia de un cerco hostil. El gobierno español, por razones de prestigio tampoco puede lavarse las manos y dejar tras de sí un conflicto armado y probablemente internacionalizado. Teniendo en cuenta este factor, resulta patente la lógica en virtud de la cual el monarca alauita se inventa el recurso de la «marcha verde», el argelino declara fulminantemente que la invasión sería «casus belii», apoyado por sus mil blindados y por su fuerza aérea, y España defiende las fronteras de su provincia, con lo cual reafirma el papel de la institución militar, dando coherencia a su larga presencia en Africa y restaña situaciones desairadas con la presencia política del Jefe del Estado en funciones; además sigue las resoluciones de las Naciones Unidas, e intenta evitar una posterior resistencia armada de los saharauis contra Marruecos, así como un conflicto entre Argelia y su vecino. «D£ CORDOBES A CORDOBES. ALTEZA» EN segundo término se plantea el interés económico del Sahara, centrado en la pesca y en los fosfatos. Desde este punto de vista, parece evidente, que a corto plazo, la mejor garantía española de seguir participando en la explotación de estos recursos, es lograr un acuerdo negociado con Marruecos, en el que Hassan cedería de buen grado un precio económico, a cambio del beneficio político que le reportaría. Quizá en este sentido haya que interpretar el sorpresivo giro de la política exterior española, que llevó a Solís a Marraquesch («de cordobés a cordobés. Alteza»], a los saharauis a despertarse semidetenidos por las tropas españolas, y a Argelia a la declaración de «casus belli». El interés económico argelino está en facilitarse una salida al Atlántico, imposible en el caso de una incorporación del Sahara a Marruecos, y en participar en la explotación de los fosfatos, por la sencilla razón de que la colonización española no ha dejado ni un solo titulado superior nativo, ni estructuras de producción y de servicios indígenas, con lo, cual, Argelia, desde su posición tercermundista colaboraría al desarrollo de la población saharaui. BANDERAS NORTEAMERICANAS POR EL DESIERTO jDERO además de todo esto, entra en escena un tercer elemento que puede ser a largo plazo el determinante último del embrollo del Sahara, y que es el enfrentamiento de estrategias globales de las grandes potencias en el continente africano. En este sentido puede ser casual el simbolismo de las banderas norteamericanas que acompañan a la «marcha verde» por el desierto. Lo que no es ningún símbolo, ni menos casual, son las declaraciones de Kissinger apoyando la postura anexionista de Marruecos (Vid. ANDALAN, n.0 70), o la silenciosa actitud actual de los Estados Unidos, que preferirían un Sahara prooccidental bajo el control marroquí, a cualquier otra solución. Cuando las armas soviéticas del MPLA angolano se enfrentan con las armas americanas del FNLA en Angola, el problema del Sahara, puede transformarse en una segunda edición del enfrentamiento de los bloques en Africa Occidental. (¿Hubo alguna vez distensión?). El propio Hassan utiliza estos argumentos, que le pueden ayudar mucho más que los excesos religiosos nacionalistas que ha provocada en sus súbdites. A Don Juan de Borbón le explicó precisamente el peligro de un régimen radical a los pies de su país, con apoyo argelino, y hasta le sugirió la posibilidad de que el trono alauita pudiera ser derribado, con el peligro de que España se pudiera encontrar a pocos Kms. de sus costas con un país en la órbita de la URSS. Fuentes marroquíes manifestaban (Informaciones, día 7) el peligro de un Sahara no marroquí y proargelino, que podría acabar albergando las primeras bases soviéticas del Atlántico. Resumiendo, Hassan dice que si -no le dan el Sahara, vendrán los rusos. JATRI. SUS SUELDOS, SUS CABRAS Y SUS CAMELLOS Cl analizamos la «deserción», «trai*^ ción»... del Presidente de la Yemaá y Procurador en Cortes, Jatri Uld Said, podemos encontrar valiosos elementos de interpretación. España, bajo la apariencia de respetar las tradiciones indígenas, ha mantenido las estructuras tribales y feudales de los grupos saharauis. Jatri resultaba ser el ciudadano más representativo de esas estructuras, el mayor propietario de cabras y camellos. A Jatri, la administración española le ha conservado sus cabras y sus camellos, y mientras se Jos ha conservado, el Jatri era Procurador. Cuando se plantea la independencia surge el PUNS, partido político en una provincia de un país que no tiene partidos políticos. La solución descolonizadora PUNS, de haber funcionado, hubiera respetado las cabras y los camellos de Jatri, y los fosfatos españoles. Pero resulta que la población sigue mayoritariamente a1 FPOLISARIO, de tendencias socializadoras, modernizadoras y progresistas. Y el secretario del PUNS se va a Marruecos. Cuando ahora las resoluciones de las Naciones Unidas, y las exigencias de coherencia de la política española coinciden en la so- por C. FORCADELL lución autodeterminación, que se traduciría en una solución argelino - polisaria, Jatri se va a Marruecos, que es el único que le va a seguir asegurando sus cabras y sus camellos, es decir, es la garantía segura de la persistencia de un régimen feudal y de una economía subdesarrollada. Con la solución polisaria desaparecerían todos los Jatri, y cabe suponer que se impondría, tutelado por el socialismo pragmático ar gelino, un aprovechamiento racional de los recursos económicos, y la salida de un subdesarrollo y un abandono tecnológico bien claros, ilustrados por el hecho de que la población nativa no podría por ella sola hacer funcionar la cinta transportadora de Bu Craa, o de que no haya ni un solo médico saharaui. Así que Jatri le presta vasallaje a Hassan y apuesta por la anexión a Marruecos, porque se mantenga un conjunto árabe bien feudal y bien atrasado. Los Estados Unidos parecen estar callados, lo que no significa que estén inactivos. Su estrategia global en Africa les lleva a apoyar los regímenes más reaccionarios del continente: Sudáfrica, Rhodesia, Zaire, etcétera... Y a Marruecos también, que es su apoyo más firme en el mundo árabe. Alguien ondea banderas norteamericanas, ya cruzada la frontera del Sahara, y quién sabe si Jatri, además de cobrar su sueldo de Procurador en Cortes, no cobrará también de alguna Agencia norteamericana, con lo que acabará teniendo muchas más cabras, y muchos más camellos. PREfcREtm GARANTIZADO. i9 -mnauiu^R (ao«> otros; Nt^*.- QOfe TPK>PAB&C^ PiANéftDft 'COM6<Í ESCALADA ULTRA 17 L pasado día cinco, sobre las once y media ^ de la mañana, una veintena de jóvenes armados de porras y navajas irrumpieron en el vestíbulo de la Facultad de Filosofía y Letras de Zaragoza lanzando gritos de «¡Viva Cristo Rey!», «¡España, España!», «¡Rojos, venid si os atrevéis!», etc. Arrancaron algunos carteles que, firmados por distintas organizaciones estudiantiles y políticas ¡legales, estaban pegados en las paredes y agredieron a varios estudiantes que en aquellos momentos se encontraban por los pasillos. Un alumno y una alumna tuvieron que ser asistidos de lesiones leves en el botiquín de la Facultad a consecuencia de los golpes recibidos. La Policía, estacionada en ei interior del recinto universitario desde primeras horas de la mañana, no intervino. Conforme se fue conociendo la noticia de la agresión, numerosos alumnos abandonaron las aulas, dejando interrumpidas las clases. Un centenar de estudiantes, sospechando que alguno de los componentes del comando «guerrillero» pudiera encontrarse en una clase de primer curso de Físicas, se dirigieron a la misma que en aquellos momentos se estaba impartiendo en el edificio interfacultades. Efectivamente, allí localizaron a dos alumnos que todavía llevaban puestos los guantes negros que habían lucido los agresores en ei momento de cometer los hechos; perseguidos por los universitarios los dos jóvenes huyeron del edificio, momento en el que penetró en el misma la fuerza pública que disolvió a los perseguidores y practicó dos detenciones entre éstos. Con las actividades docentes prácticamente paralizadas en la mayor parte de los centros, varios centenares de alumnos se concentraron frente al - Rectorado, ante el cual se encontraban los vehículos policiales en los que permanecían los dos detenidos. En las inmediaciones se llegaron a congregar hasta casi dos mil estudiantes. Cuando el rector estaba negociando con éstos y la fuerza pública, las dotaciones de nuevos vehículos de la Policía Armada llegados en aquel momento, cargaron sobre la muchedumbre, que se dispersó en medio de un gran desorden, quedando abandonados en el campus numerosos zapatos y otros objetos de los estudiantes. Finalmente los dos detenidos fueron puestos en libertad gracias a la intervención personal del rector. En medio de la tensión creada por estos hechos y el reparto de octavillas clandestinas en las que grupos de ideología afín a la de los autores del atentado, amenazaron incluso a varios profesores, citándolos por sus nombres, la inasistencia se mantuvo a niveles considerables en los días si¬ guientes. El Rectorado hizo pública el día 6 una nota acerca de los hechos, que por su redacción ha causado profundo malestar en amplios sectores universitarios. Un día después los FNN de Derecho enviaban una carta al rector en la que tras lamentar la «impunidad de la que hasta ahora han venido gozando» los protagonistas del asalto, pedían su expulsión de la Universidad. Al día siguiente se unieron a esta petición los PNN de Filosofía, quienes indicaron por su parte que eí ataque del día 5 «cae plenamente dentro del ámbito del terrorismo». El día 10, las Juntas de Facultad de Derecho y Empresariales — a las que tienen acceso una representación de alumnos — acordaron «repudiar enérgicamente los hechos que ocurrieron en la Universidad de Zaragoza... que suponen la aparición de formas de violencia hasta ahúra desconocidas en ella, coincidentes con hechos análogos registrados en otras universidades del país», así como «pedir insistentemente a las autoridades académicas que adopten... las medidas disciplinarias tendentes a evitar que tales hechos queden impunes y que se repitan en el futuro; especialmente teniendo en cuenta las amenazas de que recientemente han sido objeto profesores y alumnos». En este sentido debe destacarse que el atentado de Zaragoza se ha producido prácticamente de forma simultánea a varios hechos del mismo cariz, tales como la irrupción de nueve individuos, varios de ellos armados con pistolas, en una clase de la Escuela Universitaria de Relaciones Públicas de Barcelona; el profesor, señor Javaloy, tuvo que ser asistido de una seria brecha que los asaltantes le abrieron al romper en su cabeza una de sus porras de madera. Después, la serie de asaltos a diferentes centros de la Universidad de Valencia, sobre todo a la Facultad de Económicas, que incluso obligaron a la formación de barricadas por parte de los alumnos para defenderse de las agresiones. La víspera de los incidentes de Zaragoza, dos individuos armados con pistolas agredieron brutalmente a la madre y una hermana del militante de ETA Juan Paredes Manotas («Txiki»), recientemente ejecutado, cuando se encontraban en su propio domicilio. El último caso — por ahora — que cabe recoger, es el asalto perpetrado el pasado día 6 contra el despacho del abogado madrileño Muñoz Salvadores, en el que se celebraba una rueda de prensa de seis letrados con dos periodistas venezolanos; estos dos últimos, así como el abogado García Trevijano, sufren varias fracturas a consecuencia de la paliza recibida; ios restantes han quedado malheridos. Una marcha de Ma y vuelta