2 aiNliilñii MOTAS sobre URGENTES EQUIPO ANDALAN EL LA rMvtodicación lingiifettca. ;ara>-' gonesa. d&ta de cinco años para esta parte: concretamente cuando Prancho Chabier Nagore publica Sospires de l'aire. Desde entonces para aquí se han sucedido densos años de trabajo a veces no homogéneo y casi siempre no coordinado. El esfuerzo, sin embargo tenía un punto común entre quienes nos. enfrentábamos con el aragonés con el objeto de vitalizarlo como expresión de una cultura y de un hecho aragonés patrimonio de todo el país: la defensa irrenunciable de una cultura —la nuestra— olvidada y perseguida por los propios aragoneses, principalmente. Poco a poco es mayor —aun (siendo hoy escaso, todavía— h el número de personas que desde un aula enseñándolo, escribiendo otros —aunque también los mismos mayorita ríamente — redactando una gramática —de difícil pubUcación por las características de una sociedad como 'la aragonesa—; realizando trabajos de machacón y callado ■ corte: diccionarios, temas para la enseñanza, recopilación de textos, investigación en los medios no acotados por los dirigentes de la cultura; otras veces las actuaciones han tenido algo más de brillo público -imprescindible para indicar a los aragoneses que su cultura todavía vive—: <*)nferenciasy artículos en prensa y boletines, participación en recitales, etc. Todo esto condicionado por la sociedad aragonesa que especialmente á través de sus clases rectoras, nunca ha colaborado en el "desembollque" de la lengua y que miuy al contrario se ha despreocupado por ella llegando con su inactividad y silencio a determinar la suerte que habría de seguir: el ostracismo más denigrante sólo alterado por las actuaciones de algunos aragoneses comprometidos con la cultura autóctona de su tierra. Algún día habrá que estudiar con detenimiento el período comprendido entre el setenta y uno y nuestros días. No será más que la historia del intento de dignificar la lengua y a sus hablantes. Pero un intento que a pesar de realizaciones esperanzadoras sigue tropezando con silencios, puertas cerradas y falsas ayudas. Y en contra zancadillas y ailendos. Silencios de los que desde el principio no han querido saber nada, de todo esto y saben que la mejor manera de enterrarlo es achicar con sus potentes medios (información, opinión, política, cultura, "regionalismo" cívicosC?)), con Tina Inte rrelaclón tan evidente que no hace falta ser un experto sociólogo' para* detectar (a pesar de ficticios enfrentamientos) que los mismos que se callan con el aragonés, chillan su aragonesismo como Justificación de otros desmanes: son los mismos que han negociado (en sentido amplísimo) con Aragón. En contra, los medios establecidos para dirigir y controlar la cultura, Y la Universidad al frente. Su labor en pro de la cultura aragonesa es necesario airearla. Basta hoy los "ocupados en estudiar Aragón dando pruebas de evidente (sic) aragonesismo (más sic)" no han tenido más que un punto de contacto con el aragonés: el estudio flcharil, la recopilación de .aquellas anécdotas del aragonés que pueden servir más eficazmente a sus intereses para - Jerárquicos y demás. Todo ello Inasequible. Porque, ¿qué les puede interesar dignificar al inculto hablante montañés?, ¿ídem de ídem popularizar los rasgos culturales de un pueblo? Pero es que aún plantearse estas cuestiones en una comunidad tan clasista como es la Universidad es ridículo: se produce en función de los contertulios que son los destinatarios válidos —¿quiénes son los demás? — ; se atiza el ingenio propio cuando se trata de rebatir tesis de otros contertulios, que a su vez han hecho lo propio; se enfoca la labor hada arriba y no hacia los que han permitido —sin consulta— que ejerzan su rol privilegiado; se enclaustra una cultura que ha de ser de todos y en definitiva se privatiza la cultura mediante tos resortes más finos. ¿Qué puede hacer la Universidad zaragozana?: dar clases de aragonés, incorporar a sus estudios el aragonés con la urgencia que su dramática situación exige, divulgar el aragonés utilizando los vaUosos soportes que posee — es innegable la conexión de los profesionales de la Universidad con los centros oficiales de la cultura—; en una palabra: los medios con que cuenta la Universidad y sus profesionales adecuadamente uitlllzados en relación con el aragonés podrían servir de plataforma para una normalización lingüística. Sin embargo el papel de la Universidad ha dejado de ser el de quien callando no otorga para lanzarse a un ataque todo lo sofisticado se quiera, pero ataque al fin. Así en el curso pasado desde una tribuna para-universitaria, con auditorio minoritario, con amigos del conferenciante y demás público de su habitat se nos llamaba a quienes dábamos clases de aragonés "fabricantes y expendedores de una supuesta fabla", se gritaba la no existencia de una unidad entre las hablas pirenaicas y para ello, nada más ni nada menos, se echaba mano de la situación lingüística actual de loa valles altoaragoneses y se aprovechaba de los resortes más demagógicos y menos científicos. Todas estas cuestiones quedaron contestadas en este mismo periódico el año pasado (núm. 58) . M mismo señor vuelve a la carga en el "Heraldo" con una transcripción de las partes más "fuertes" de su disertación. El dia dos de este mes, Alvar puso el tema otra vez sobre el tapete. Dentro de su conferencia "El espíritu aragonés en su literatura" hace dos referencias claras sobre el aragonés y el movimiento de "renaxedura": "la literatura aragonesa es universal y sólo puede ser expresada en una lengua universal: el español y no el aragonés al que renundaron hace tiempo los aragoneses...". 'Nuestras expresiones en dialecto no merecen mayor consideración por no estar presididas por un espíritu universal Y demás cosas por el estilo. Al día siguiente declaraba en el "Heraldo": "Si hace 580 años el rey don Femando decidió hablar y escribir en castellano, me parece una causa perdida que no tiene posibill•dadea de resucitar". Era distinto a lo que había declarado a ese m'smo periódico (17-11-74) horas después de haber sido designado académico: "El reavivamiento es muy difícil. Pero se deben reavivar (las hablas) , por supuesto. Hay que salvar todo lo salvable, publicar todo lo ya publicado y lo inédito... "Otro académico — 'Lázaro Carreter— también carga: "Los dialectos son hablas dispersas que nunca alcanzan categoría de lenguas y lo mío es investigar sobre la lengua española, que es la castellana". Frase que merece guardarse y aprender se de memoria por todos los españo les que no son castellanos y que piensan que hablar en su lengua natal no es una vergüenza. "Esto lo han dicho dos aragoneses que viven en la capital, dos académicos y dos representantes de la cultura oficial catedráticos. Es de momento el úl timo ataque. Comentarlo es una repetición de lo dicho en la conferencia de Prago. Lo más grave es pensar que es definitivamente Li radlcalización de una postura de la que nada puede espetar la cultura aragonesa sino que despredos y cerrada oposición. Es sólo que el espíritu —y va de ellos — de los prohombres de la cultura universitaria española. Ah y en Huesca ya no hay plazas para el causo de aragonés, se agotaron antes de empezar la Inscrlpdón. Es la cultura oficial y la cultura real Sólo eso. QHOBCHE 1 Costa en Madrid a los 24 años (foto del libro de Cirilo Martin-Retortillo, «Joaquín Costa, propulsor de !a reconstrucción nacional) AQUELLA POLITICA HIDRAULICA Joaquín Costa: "Política hidráulica". Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Madrid, 1975. 370 pp. Justo en el 65 aniversario de la muerte de Costa, aparece esta pol. era, muy cuidada edición, de una de sus obras más famosas. Aquella que él mismo hubiera titulado como el primer trabajo aquí resumido: Misión social de los riegos en España. Tomo 2.° de sus obras completas, y IT de la "Biblioteca Económica", los escritos sobre riegos fueron editados el mismo año de la muerte de Costa, en Madrid. Pero sus numerosas notas no son, y está muy claro en ellas mismas, del autor {como sé nos dice en esta reedición. Ingenuamente) , sino del recopilador, seguramente su hermano Tomás Costa, que aparece como tal en el primer volumen de la serie, — "Agricultura armónica"—' y que habla en primera persona en muchos de los papeles recopilados. Este y otros extremos queda muy confuso en esta edición, propiedad del nieto de don Joaquín, Alfonso Ortega Costa. Las escasas notas añadidas por Fernando Sáenz Rldruejo apenas aportan nada nuevo al lector aragonés. Sí es importantísimo el apéndice documental que Sáenz descubre por ' primera vez. Treinta y un documentos inéditos, que abarcan de 1893 a 191« y que enriquecen notablemente la figura de nuestro mito. Sólo por ellos, por ahondar cada vez más en ese gran desconocido, valdría la pena hacerse con esta hermosa edición. Y, claror para quienes no posean la anterior o desconozcan el tema, porque aquí es donde Costa sigue más actual, más útil, ante un problema inexplicablemente aplazado: nuestros riegos y... ¿el trasvase? LOS KRAUSISTAS J. J. Gil Cremades: "Krauslstas y liberales". Hora H. En este libro, en cambio, casi todo es elaboración personal. Aquí es posible la uolémlca. Aquí la lectura reposada, con anotación©* al margen. Libró de breves pero apretadas interpretaciones que, seis años después de editar "El reformisme español", publica su autor, el Joven catedrático de Filosofía del Derecho de nuestra Facultad de Zaragoza. No falta la alusión —demasiado episódica a Costa, ton la Interesante y discutible tesis de que "si no había podido acreder a la política a trarés de la Universidad, tampoco (tuvo' acceso a la Universidad por el camino de la política". ¿Lo intentó, realmente? Muy útil bibliografía de j sobre Glner, y sugestivos enfoques sobre las relaciones del krauslsmo con la literatura v la religión. ' Nuestro pirineo: PAISAJE Y VIDA ÜRQUIJO, Alfonso de. Alto Aragón: su naturaleza. Con el Copyright de Energía e Industrias Aragonesas se ha editado un sorprendente libro, primero de una anunciada trilogía sobre el Alto Aragón: naturaleza, arte, etnología. El texto, resumen de diversos trabajos monográficos sobre la gea, flora y fauna del Pirineo aragonés, queda absorbido por las fotografías que la acompañan, aunque alcance su objetivo de divulgación científica. La impresionante colección de fotografías de paisajes altoaragoneses, con una cuidada reproducción, muestran ángulos Insólitos de paisajes conocidos, que hacen pensar si no será más hermosa la fotografía que el propio paisaje. Sucede esto sobre todo en las de Fernando Biarge, cuya labor es bien co¬ nocida por sus desinteresadas proyecciones en tantos pueblos de Aragón. El libro, difícil de encontrar en el mercado, con un precio en solapa de 1.600 pesetas, se inscribe con honor entre los "libros de lujo", cuidadosamente editado. La edición, sobre todo si llega a culminar la trilogía con la misma calidad, es un delicado detalle por parte del holding que primero introdujo el cemento y la chatarra en el Pirineo, y parece mostrar una imagen de preocupación por el medio ambiente, de estos grupos financieros. Todo aprovechamiento de los recursos debe llevar consigo un gran respeto por el entorno natural, por la propia continuidad de' las instalaciones y por la viabilidad de la necesaria diversificación de las inversiones. Que este libro sirva para afirmar una vocación de conservación a partir de ahora, y de ejemplo para tantas industrias que operan en la región, con absoluto desprecio del medio natural en que se instalan. SIGLO XXI DE ESPAÑA EDITORES, S. A. J. ALVAREZ JUNCO La ideología política del anarquis mo español (1868-1910) M. HARNECKER Cuba: ¿dictadura o democracia? A. N. MACCIOCCHI Gramsci y la reyolución en Occi dente CH. BAUDELOT y R. ESTABLE! La escuela capitalista en Francia BIBLIOTECA DEL PENSAMIENTO SOCIALISTA S. BERNSTEIN - Blanqui y el blanquismo ESTUDIOS DE HISTORIA CONTEMPORANEA A. M. CALERO Movimientos sociales en Andalucía (18201936) K FERNANDEZ CLEMENTE Aragón contemporáneo (1831 1936) EMILIO RUBIN, 7 - TEL. 200 09 78 - MADRÍD-33 ESCORNALBOU, 12 - TEL. 235 22 08 - BARCELONA-13