ASISTIMOS a una palpable aceleración de las contradicciones existentes en el seno de los grupos que heredaron el poder de Franco. Once meses después de su muerte, la herencia hace estragos. Y así, mientras el Gobierno de Suárez realiza esfuerzos por legitimar cualquier paso en nombre de la continuidad (y a qué precio), las instituciones que el general Franco inventó para salvar apariencias a su poder unipersonal se rebelan contra la reforma, también en nombre de una herencia política. La más descarnada extrema derecha, que estuvo en el poder durante cuarenta años con Franco, pone ahora zancadillas al cambio. En esta primera quincena de octubre algunos episodios de gravedad han puesto de relieve la profundidad y el alcance de la pelea. Es el caso de los tenientes generales De Santiago e Iniesta, pasados a la reserva. O la incontrolada acción de una extrema derecha armada. O ios galleos, desprecios y silencios en el Consejo Nacional. El Gobierno de Suárez, que comenzó llamando a algunos representantes de la oposición para iniciar un diálogo, está ahora cercado por un foso. Pero no se decide a lanzar un puente hacia quienes querrían abolir cualquier peligro de vuelta atrás. Que existe, y grave. DUELO EN ETA Las reacciones ocurridas tras el atentado quíntupla de San Sebastián señalan un intento más de instrumentaiizar el «caos», como si en vida de Franco y Carrero no se hubieran producido hechos tan graves como el del pasado día 4. Pero era el momento de atacar la reacción de un Gobierno que días antes se había mostrado inauditamente severo al iniciar un expediente que situará en la reserva al militar que desde la muerte de Franco ha representado ai Ejército en el primer ejecutivo, junto con otra de las máximas figuras de un ejército con importantes componentes «africanistas» todavía. El acuerdo unánime del Consejo Superior del Ejército significaba el más importante paso adelante para el proyecto reformista que presenta el actual Gobierno. Hay dos ETAs La acción violenta del comando de ETA iba dirigida al corazón mismo del continuismo, personalizado en la figura del presidente de la Diputación guípuzcoana, señor Araluce. El interés mostrado después de su muerte por presentar al político asesinado como un defensor de la autonomía del País Vasco ha sido excesivo. Don Juan María Araluce representaba fielmente los intereses políticos y económicos de la quintaesencia del franquismo. Lo que, por otra parte, no es ningún paliativo para la condena del atentado, unánime también en la izquierda. Las claves de este hecho, que EL CAPITAL BUSCA RECAMBIO podía haber conmocionado más el Hébi' Anuilibrio de fuerzas de no naber sido por el reciente y unánime apoyo al Gobierno expresado por el Ejército, son oscuras. Días antes, la facción «poli-mili» de ETA-V había asegurado en público, que únicamente utilizaría las armas «en defensa de las conquistas democráticas del pueblo vasco». La acción contra Araluce y su escolta policial parece señalar un duelo entre las dos ramas de ETA-V. Con el quíntuplo atentado, los «milis» pretenderían mostrar la validez de una línea que fue la propia de ETA desde 1968 hasta la muerte de Franco y que ahora había caído en picado. Las impresionantes movilizaciones puramente políticas de Euzkadi — como la ocurrida en el aniversario de las ejecuciones del 27 de septiembre — devolvían el protagonismo a la acción masiva, frente al comando. El atentado del día 4 ha sido interpretado en algunos sectores vascos como una muestra del análisis anclado de un grupo exclusivamente «activista». ALIANZA BANCÀRIA La ofensiva contra el pueblo donostiarra — y en fechas posteriores, contra otras poblaciones vascas — ha redoblado el pánico. Mucho más que las medidas tomadas para rastrear a los autores de atentado, calificadas como blancas desde los sectores ultras. El odio de la ultraderecha no va contra los militantes de ETA sino contra todo un pueblo. Como ha sido siempre. Luego, e' «frente ideológico» de esa misma ultraderecha ha tenido ocasión da lucimiento en los debates del Consejo Nacional sobre la reforma que propugna Suárez con apoyo del rey. Si, cor o ha dicho el presidente, la continuidad está garantizada en la figura del Monarca, no se entiende el empeño en pasar por el bunker el proyecto reformista. Proyecto todavía aguado cuando llegue a las Cortes y quizás irreconciliable cuando salga de este segundo «round». Pero la ultraderecha sigue jugado a varias cartas a la vez. Y en la seguridad de que la reforma, a trancas y barrancas, acabará en los colegios electorales, algunos de sus más eximios próceros no han dudado en olvidar rencillas domésticas y formar una santa Alianza Popular — el nombre se las trae — dispuesta a heredar por las urnas y los millones el poder que actualmente usufructúa un gobierno para ellos sospechoso. Y ahí están, como si nada hubiera pasado en estos cuarenta años, predicando la democracia, señores como Fernández de la Mora, López Rodó o Fraga iribarne. El bunker unido pretende no ser jamás vencido. Ayudas no les van a faltar. Sean dos mil o sólo la mitad los millones que la gran banca ha puesto ya a su disposición, no van a pasar estrecheces. El bunker de los privilegios sempiternos, es capaz de disfrazarse de lo que sea. incluso de derecha civilizada y democráti-, ca. Y la lástima será que en este país ni siquiera ha sido posible el crecimiento de una derecha digna que sea capaz de relegar a la Alianza a su verdadero puesto: el MUEBLE CASTELLANO Apartamentos, Chalets, Restaurantes. BAZAR DE LONDRES Pl. de Sas, 4 Te!. 22 14 54 ZARAGOZA más descarado intento de retener la finca en que la oligarquía ha convertido este país. ¿A MEDIDA DE QUIÉN? Al fin, el Gobierno ha dado a conocer una serie de medidas económicas que suponen una fórmula híbrida con mayores dosis de estabilización que de reactivación y que podrían resumirse en un intento de control de los precios (sin que se sepa cómo), congelación de rentas (sobre todo salariales), ahorro energético (más aparente que real), reajustes fiscales (nada de reforma, en este punto), aumento de los aranceles para evitar una nueva devaluación, apoyo a la inversión (con las consiguientes rebajas fiscales, si es que así pican quienes pueden invertir y no quieren) y suspensión por un año del artículo 35 de la Ley de Relaciones Laborales. Esta última medida señala con claridad a medida de quién se han tomado estas medidas. Perdida la votación en las Cortes, los empre¬ sarios han luchado para seguir teniendo el derecho a despedir trabajadores aunque el juez declare improcedentes los despidos. Afirmaban que lo contrario era ir contra la libre empresa, la comunidad nacional, los trabajadores honrados, Disfraces para el dinero Por J. ARAGONÉS etcétera. Piénsese en la trascendencia de esta suspensión en un momento en que, simultáneamente, se han congelado los aumentos salariales. Pero será bueno comprobar si aun así los patrióticos capitales españoles continúan huyendo. Las ciases trabajadoras tiemblan en cuanto se anuncia un «paquete» de medidas económicas. Congelar ios salarios es bastante más fácil que recortar los beneficios escandalosos, frenar la fuga de capitales o contener los precios. Ahora, CC. 00. ha dicho que estas medidas «descargan el peso de la crisis sobre los trabajadores», mientras que para USO «suponen una respuesta represiva» y para la UGT «dejan a los trabajadores en manos de los empresarios». Esto era lo que debían entender por, pacto social quienes tanto lo han predicado cara al otoño rusiente en que estamos. Pues bien, aun así, a la Alianza Popular de Fraga, Rodó y compañeros, las medidas del Gobierno le han parecido flojas e insuficientes. Temblemos. r MEDIDAS ECONOMICAS pacto antisocial S/ para solucionar los gravísimos problemas que afectan a la economía española en estos momentos ha habido voces que han preconizado un pacto social al estilo de los que en otros países europeos han acordado gobierno y sindicatos, difícilmente puede calificarse como tal el paquete de medidas económicas aprobadas por el Consejo de Ministros del pasado día 8. La falta de representatividad de un gobierno que hasta ahora se ha limitado a reconocer verbalmente que la soberanía reside en el pueblo y la ausencia en la discusión del otro interlocutor los sindicatos reales es una primera razón para ello, pero por otra parte, cuando para intentar paliar alguno de los acuciantes problemas que a corto plazo se ciernen sobre una economía se acude al pacto social se hace bajo el supuesto de que va a existir concesiones mutuas entre capitalistas y trabajadores, y éste no es precisamente el caso con respecto a las medidas económicas recientemente aprobadas. Un análisis detallado de las medidas, lleva a la conclusión de que una buena parte de ellas serán completamente Inoperantes (como las que hacen referencia al control de las alzas de precios o al aumento de los impuestos sobre la renta), y las que tendrán una incidencia real, contribuirán — una vez más — a que el peso de la crisis recaiga sobre la clase obrera. Asi, no cabe duda de que ¡a congelación de salarios que se extiende hasta junio de 1977 se intentará mantener a rajatabla y se aplicará casi automáticamente a todos los convenios colectivos que vayan venciendo; si bien se prevé que la revisión será por el aumento del coste de ta vida más un 2 % en el caso de salarios Inferiores a 350.000 pesetas anuales, mientras que en el tramo que va hasta 700.000 se haga sólo por el citado índice, las diferencias salariales son tan fuertes que prácticamente no disminuirán a través de esta medida, y desde luego, no puede alegarse que la congelación de los salarlos superiores a 700.000 pesetas contribuirá a ello, ya que las retribuciones de los altos cargos suelen escalpar a controtes como tos que se Intentan poner en práctica. Al menos, en otras ocasiones se habla con¬ gelado legalmente el incremento, no de los salarios, sino de la masa salarial de cada empresa, con lo que se dejaba abierta ta posibilidad de una mejora en la distribución de la renta, lo que no ha ocurrido en esta ocasión Ante decisiones como ésta — en que la revisión de unos salarlos depreciados por tas constantes alzas de precios va a depender del índice que elabora el Instituto Nacional de Estadística — surge ofra vez con toda su Importancia el problema de su escasa flabllldad; y no sólo porque dado el carácter oficial de este organismo puedan existir Ingerencias, sino por los defectos que se le atribuyen al actual método de cálculo y que han llevado a que tras reconocerlos el Gobierno asegurara el pasado año que a partir de enero de 197b comenzaría a publicarse un nuevo índice del coste de la vida. No ha sido asi, y el motivo más probable es que las subidas de precios que con él se detectan superan a las del índice antiguo, por lo que su aplicación perjudicará la capacidad adquisitiva de los trabajadores. Pero aun suponiendo que el Indice se calculara correctamente, /.í revisión de las rentas salariales supone simplemente recobrar ta situación que se tenia hace uno o dos años, sin que se recuperen tas disminuciones de la capacidad adquisitiva habidas- en este periodo, a ta vez que en los próximos meses nuevamente se volverá a disponer de salarlos que Irán disminuyendo en términos reates ante el empuje de unas alzas de precios que se dice que se evitarán, aunque sin especificar cómo. Analizadas en su conjunto esta serie de medidas es muy difícil que tengan un efecto positivo palpable para mejorar ta situación de la economía española, siendo previsible que Incrementen tos niveles de conftlctlvdad, poniéndose nuevamente de manifiesto como la solución de los problemas económicos exige como paso previo la democracia; de lo contrario los pactos impuestos desde el poder no serán aceptados. J. A. B.