Como unas jornadas pobres de discusión teórica, en las que los partidos políticos hablaron de ios problemas de Aragón en general pero sin referirse debidamente a la problemática de la emigración, a la situación de ios emigrantes aragoneses en Cataluña y sin ofrecer un programa claro de alternativas, calificaron ios miembros de la Asamblea de Emigrantes Aragoneses (AEAC) las Primeras Jornadas de la Emigración Aragonesa en Cataluña. Por contra, la repercusión de las mismas desbordó todos los pronósticos de los organizadores y se materializó en una atención constante de los medios de comunicación catalanes hacia las mismas. cor Semana de ia emigración aragonesa en Cataluña cjucí se volco C^S-ttotluiiíi ? Las jornadas que comenzaron el día 12 con la presentación de la AEAC y un pase de diapositivas sobre pueblos abandonados de Huesca en el Centro Cultural y Recreativo Aragonés, se organizaron en un momento especialmente señalado por la proximidad de tas elecciones generales, y con la música de fondo de la polémica abierta por Federico Jiménez en torno a las relaciones entre cultura nacionalista y cultura de ia emigración. Aún babía ■otro factor que les dpba mayor relevancia como era el becho de que constituían un test para los partidos políticos catalanes, por cuanto el resto de co- ían imigradas según el desarrollo de las Debate en la prensa reí gracíón». ta con sobre % Par- acu cía de 10 m ión d la de carác di torios rsonas, desarrollarse La izquierda catalana tyoritariamente, a exú PSAN (Partido SoLiberación Nacional), ter dependentista. nás numerosos cercano a las 300 coloquio apenas pu- :ondicionado por un recital de jotas que tenía lugar a continuación. Bien el moderador, Eloy Fernández, que lo hizo con energía y resolución, Y la sorpresa vino después, cuando Ignasi Riera, ponente del PSUC (Partido Socialista Unificado de Cataluña) en la mesa, escribió un articulo en «Treball», órgano de su partido, donde bajo el título de «Aragoneses solidarios» apuntaba; «Finalmente es urgente hacer campaña del decreto de catalán, explicando el sentido progresivo que allí tiene la cláusula de obligatoriedad. Contra demagogias jiménez-losantistas la obligatoriedad de! catalán es una garantía de no discriminación: los hijos de los que no han nacido en Cataluña no se sentirán marginados ni de la toponimia ni del folklore catalanes, de ninguna de las actividades culturales que tienen lugar en Cataluña». Lo que de alguna manera se podía interpretar como que los aragoneses eran solidarios con estas ideas, cuando io cierto es que en el acto ni siquiera se citaron. El domingo, día 14, por la mañana, el aperitivo cultural fue sobre «Nación catalana y emigración». Un periódico catalán del lunes, concretamente «Teleexprés», destacaba la intervención de Ainaud de Lasarte, re¬ presentante de «Omnium Cultural», y la calificaba de «la voz de ia concordia». Sin embargo, a juicio de los componentes de ia Asamblea de Emigrantes, el verdadero enriquecedor del tema fue el representante de «Quaderns d'Alliberament», y atribuían ai artículo un marcado carácter propagandístico ya que Ainaud de Lasarte encabeza la lista de CDC (Convergencia Democrática de Cataluña) al Senado. El miércoles, día 17, «Teleexprés» dedicaba un editorial a las jornadas en el que, entre otras cosas, se decía: «Bienvenidos los amigos de Aragón: hablemos, razonemos, «enraonem» sobre los problemas de la emigración aragonesa y los de todo Aragón, Pocos podrían interesarnos tanto.» Las ausencias aragonesas La segunda tanda del programa comenzó el viernes, día 19, con el tema de «Cultura aragonesa y emigración» y ia presencia de organizaciones culturales aragonesas como el Consello da Fabia, Seminario de Estudios Aragoneses, Rolde de Estudios Nacionalistas Aragoneses... Actuó de moderador Gil Novales, y una conclusión a reflejar: difícilmente se puede desarrollar Cantar la emigración J. A. Labordeta Hace tiempo, mucho tiempo, hacia mediados de ios sesent ^cuando la emigración era un tema que io sufrían quienes marchaban y conciencia de él tenían pocas gentes en este País, la canción aragonesa tomó como bandera —entre intuición y ia rabia— la denuncia de este problema. Mis primeras canciones, las de Joaquín, las de Bosque, las de Pilar Garzón y Ana Martin -en aquellos años no había más— apuntaron hacia pueblos vacíos, viejos solitarios, tierras abandonadas, olivares indefensos, baldíos, desiertos, y un intérprete : el paisano lejos, con la familia a cuestas, hacinados en barrios periféricos, o asombrados de encontrarse en países totalmente lejanos. En aquellos años —duros años para cantar y trabajar— apenas si nuestra voz se acercaba a gentes enteradas. Pero poco a poco la unión, el enlazamiento de intereses y la clara toma de conciencia de unos y otros, fue haciendo que, aquello que nosotros habíamos lanzado por pura intuición, se fuese convirtiendo en bandera de muchas gentes alojadas en Francia, Alemania, Valencia o Cataluña. Y en un momento en que en este País, algunos territorios avanzaban en su lucha por la defensa de su personalidad, ia dualidad emigración-canción sirvió a mucha gente para empezar una lucha coherente. De todos modos a quien más ha ayudado esta toma de conciencia ha sido, indiscutiblemente, a nosotros, a ios propios cantantes. Iniciamos nuestra labor en un territorio casi desierto, sin ningún tipo de infraestructura, vacio culturalmente. Y en ese desierto nos hubiésemos perdido si en on momento determinado nuestros paisanos de otras tierras, con más ciara conciencia de su estatus, con un nivel de vida y cultural más alto, no nos hubiesen ayudado. Ayudado acudiendo a mi presencia en ei CAPSA el año setenta y cuatro. Ayudado comprando los prime¬ ros discos de todos nosotros y convenciendo a las casas grabadoras de que nuestras voces, nuestras músicas y nuestros textos tenían una respuesta coherente. Y asi, unos al lado de los otros, avanzamos hasta ese veintitrés de abril del setenta y ocho. Luego, cuando los partidos políticos salieron a la palestra, las preautonomías se declararon oficiales, muchas gentes —demasiadas quizás— nos entonaron el réquiem, como si de golpe, cuarenta años de emigración, de abandono, de desert ización se fuesen a arreglar. Se pasó el bache electoral, la época del desencanto , y los más concienciados emigrantes han organizado, hace muy pocos días, unas jornadas sobre la emigración aragonesa. El éxito, a todos los niveles, ha sido impresionante. Yo debería hablar tan sólo mi actuación en el Centro de la calle Canuda, abarrotado de público, pero me parece mucho más importante lo sucedido en las mesas redondas, en los coloquios, en ia conferencias. Por primera vez, los aragoneses de Cataluña analizan, seriamente, su situación y sus soluciones desde todos los puntos de vista. Este hecho, que para la prensa local casi ha pasado desapercibido, me parece de una importancia capital. El emigrante aragonés comienza a caminar; con el andamos y ojalá que un día no tengamos que seguir cantando, por esas tierras «la vieja» o «el todos repiten lo mismo», porque las cosas se hayan resuelto. Desgraciadamente creo que este es un largo y duro camino que habrá que seguir abriendo entre todos. Algunos, en algún momento, nos quedaremos apeados, por cansancio o por la propia vida, pero otros lo seguirán andando. Hoy por hoy, y en nombre de todos los que luchamos desde la canción, no podemos decir otra cosa que gracias por vuestra ayuda, y a no reblar. una cultura aragonesa en la emigración, debido a la dispersión de los aragoneses y a que lo que nos agrupa es una cultura castellanoparlante. Poco después el salón de actos del Centro Cultural y Recreativo Aragón es en el que conjuntamente con el del Centro Aragonés de Goya se celebraron los actos, en uno de los pocos intentos de aproximación que han tenido lugar entre ambos Centros, merced a la AEAC- se desbordó en una impetuosa tempestad de personas que querían presenciar la actuación de José Antonio Labordeta. Más de 600 personas se amontonaron en un local, que escasamente daba para más de 300, con el objetivo de escuchar las canciones del nuevo disco de Labordeta: «Que no amanece por nada». Allí se aseguró -el éxito económico de los organizadores de las jornadas. El sábado, día 20, fue un día de ausencias. La mesa en la que tenían que intervenir los partidos políticos aragoneses quedó casi vacía. Ni UCD, ni PCE, ni PTE. Sólo el PSOE, el MC y Convención Republicana. Ni siquiera un aviso. ¿Habrá que pensar que a ciertos partidos aragoneses no les interesa la emigración de sus gentes? José Luis Pandos, redactor de ANDALAN, actuó de moderador y especialmente polémico fue el tema de la repoblación de Aragón, en el que algún miembro del público se mostró abiertamente contrario a las soluciones que apuntan hacia la traída de gentes de otras regiones. La sala mza acal dav misi talb tícu lun> de ( del nue1 dos que que nya cual espa Bélg jorn¡ Losg es q se ei o m que cho a la Por hech de u ción, to, n Cont Mi experiencia ei Como complemento de la información sobre esta primera semana de la emigración aragonesa en Cataluña reproducimos un escrito enviado espontáneamente por uno de los cientos y aun miles de suscriptores de ANDALAN que, siendo aragoneses, viven en Cataluña. Acabamos de celebrar en Barcelona las primeras jornadas de la asamblea de emigrantes Aragoneses en Cataluña. Hemos reflexionado todos sobre la emigración. Las intervenciones han sido, por lo general, juiciosas y sabrosas. En el diálogo se han encontrado representantes de diversas entidades y partidos políticos aragoneses y catalanes. Creo que, en verdad, este encuentro ha sido muy positivo y aleccionador. Todo esto me ha movido a explicar con toda modestia mi experiencia en Cataluña. El año 1961 emigramos con mi familia a Tarrasa. Casi veinte años después —tengo 34 afiosme encuentro con que en casa hablamos catalán, tengo un hijo catalán de seis años y una esposa también catalana aunque de padres aragoneses. Creo firmemente que catalanes y aragoneses hemos de luchar juntos para alejar las barreras de la incomprensión, que una oligarquía sin escrúpulos nos ha ido tendiendo. Creo modestamente que estas barreras han sido favorecidas con desfachatez y descaro en estos últimos cuarenta años. ¿Qué se ha hecho por el problema de la emigración? La respuesta es rotundamente negativa. Estas pasadas Navidades un compañero me preguntaba en Zaragoza: ¿Cómo vives el regionalismo aragonés en Cataluña? De entrada, noté por su argu mentación que él ya esperabí una respuesta negativa y d abandono, a base de los clásico argumentos de que «los cátala nes se han llevado la industria» «han despoblado Aragón», etc Y yo le argüía: ¿Los catalanes c la oligarquía catalana? ¿Los ca talanes o la misma oligarquií aragonesa? Hay que puntualizar much cosas. Creo que, además, la pr< gunta estaba mal formulada. D bería haber inquirido: ¿Cómo vives con el pueblo cí talán? ¿Te has adaptado a taluña? Y ahí va mi respuesta: A m( dida que me he ido adaptando Cataluña y he ido viviendo una comprensión y diálogo co el pueblo catalán he ido tornar^ do sincera conciencia de Ar gón. Actualmente se me plantea dilema: ;recresar?. ;auedarmí Me siento a gusto en Cataluñí Me siento muy a gusto en An gón, donde, por mi condición enseñante, suelo pasar casi dj meses al año. A donde vi siempre que puedo en Sema Santa, Verano y Navidad. Y curioso: no voy como mero i pectador, sino a dialogar con gente, a tomar conciencia de problemas de mi tierra, a viv los, a buscarles una solución. C| da vez trabajaré más con los mi pueblo, Almudévar, doií saben que estoy a su disposici incondicional. Amigos, hay que limar aspe zas. Hay que caminar junt falac que gane más Ei nas: luña pañí ¿Cói dam eluse tarm digm ción. dije, pas «Cat con Cr grani cami Arag por pueb de ui tinac ciend Cn grant camii Arag( ^or jpuebl de ur tinaci ciend De; Aragc ña; c pasiói diáloj català S^a ca minar áe la Histoi Debemos construir un Áragrj dera próspero e intercambiar un dl l d logo abierto con una Catal^ que sea también próspera. Acabemos de una vez con 10 y Neblí 6 ANDALAN