Andalán y las 8 artes liberales Teatro El alba Mientras Principal y Argensola proclamaban su clásico espectáculo idiotizante, propio de las ñestas del Pilar, los de Mosca, que acaban de sufrir un fuerte descalabro moral y económico como consecuencia de esa nueva forma de censura oficial al que han estado sometidos —me refiero a esa pintoresca carta que los responsables de cultura de la Diputación mandaron a los pueblos, y que tan buenos resultados ha tenido para unos y tan malo para los más—, a pesar de esto, los de Mosca no se han venido abajo -ptodos debemos agradecérselo— y han presentado públicamente, en el C.M.U. Virgen del Carmen, su espectáculo El alba. Con aquel dulce sabor de la canela en rama y más concretamente con su proceso de maduración como trabajo escénico, pudimos advertir, quienes lo vimos varias veces, un camino incesante de investigación y de aprendizaje, que fue desde aquel fisiologismo gratuito, centrado especialmente en la figura de Santiago Meléndez, muy prototípico de la línea que trataban de seguir por esos años los grupos que (mal) leían a Artaud y que trataban de revolucionar el campo del significante y el del significado. Aquí eran tan ambiciosos como idealistas: la rebelión abarcaba todo sin discriminación (la vida cotidiana, la familia, los semáforos, la religión, la aspirina) sin necesidad de insertar todo eso, o ese todo, en la dinámica de»la lucha de clases. Se estaba a punto siempre —y casi "siempre se caíade rozar la metafísica, en esta •ocasión la del Poder, padre omnipotente y oculto a nuestros pobres ojos alienados. Significar su presencia, no sus causas concretas y mucho menos los remedios contra sus abusos, era la intencionalidad de estos grupos que, como Mosca, pensaban que tirar por mitad del centro del escenario a un hombre retorciéndose desesperadamente era ya, de por sí, el ramalazo que iba a producir en el espectador la conciencia de su encadenamiento. Y, aunque un montaje teatral que nació para eso (del que hablamos en ANDALAN, n.0 197) es difícil modificarlo sustancialmente, en su desarrollo al cabo del tiempo, al mismo tiempo que la cualificación actoral de sus miembros iba en aumento, se fue perdiendo aquel fisiologismo y se fueron •insertando en el campo de la mímica. El nuevo trabajo. El alba,, sin perder en mi opinión ese idealismo, es el nuevo paso de esta agrupación por construir ün teatro sin utilización de la palabra como vehículo de comunicación teatral, basándolo exclusivamente en la imagen y en el sonido. Ambos niveles, y esto puede ser lo más interesante, quieren engarzarse en un todo significante, construyendo una poética sensorial. Por tanto, dentro de las posibilidades de vehiculación de contenido que ofrece esta alternativa estética —tan reducidas como sugerentes y hermosas—, se nos ofrece un trabajo interesante, que supone un paso adelante en la historia del grupo. El interés «e traduce en el resultado de actuación y dirección de actores, especialmente en algunos que han comprendido que un gesto con el escenario vacío, su graduación e intensidad, con sólo un haz de luz iluminando sus rostros, es todo en ese momento. La interpretación se ralentiza en ocasiones, los actores forman figu¬ ras escultóricas, se recrean en ellas. Más problemas encontramos en el uso de la luz; pero no tanto en su imperfección técnica relativamente disculpable en las primeras representaciones, sino en su concepción como elemento protagonista, creadora de espacios y de atmósferas, de ambientes exteriores e interiores, que, en mi opinión, debería ser replanteada de nuevo. Y la música; la banda sonora está compuesta por temas demasiado conocidos y aunque en líneas generales pueda aceptarse, creo que esas referencias tópicas que «españolizan» el tema son superfluas e innecesarias. Estas deficiencias técnicas, en este momento, como decía, relativamente disculpables en este tipo de trabajos que precisan como ningún otro de la sincronización perfecta, y de ja organización visual y auditiva hasta el límite, pueden terminar convirtiéndose en pesadillas para el espectador, haciéndole incluso olvidar la propuesta escénica que los de la Mosca les hacen. Termino haciendo una referencia a Espiral, de Aula 6 de Granada (ANDALAN, n.0 217), ejemplo de esa perfección técnica fundamental con un espectáculo con muy poco sustrato argumental, pero enormemente atractivo. El mérito de Mosca es el de ser los primeros que afrontan un trabajo de estas características en Zaragoza. Tal vez sea pronto para pedir buenos resultados. Francisco Ortega Bibliografía aragonesa Las Cortes de Aragón Esteban Sarasa Sánchez: Las Cortes de Aragón en la Edad Media. Guara, Zaragoza 1979, 136 páginas. El n.0 17 de la ya bien granada «Colección básica arago- iLíbntó LIBRERIA SELECTA GALERIAS DE ARTE FUENCLARA, 2 - Tel. 22 64 64 ZARAGOZA - 3 INSTALACION DE DESPACHOS PARA PROFESIONALES PAGO EN 36 MESES eivon León XIII. 1-3. Teléfono 22 39 80. ZARAGOZA PROYECTOS GRATIS CASA EMILIO COMIDAS Avda. 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No es fácil, ciertamente, desmitificar tantos tópicos más o menos contemporáneos, que han hecho de aquellas «Cortes» medievales poco menos que el gran antecedente de las de Cádiz, del parlamentarismo, de la democracia. Evidentemente, no era eso, aunque siempre pueda haber evocaciones románticas, retóricas, idealizadoras. En todo caso, la institución de nuestras Cortes es un fenómeno político de primera magnitud, con todos sus avatares: origen, evolución, procedimiento, atribuciones y efectividad. Un mar de documentos, por desgracia en muchos casos perdidos del todo o en parte, es ordenado aquí con cuidado, con lenguaje asombrosamente sencillo y preciso, con rigor de jurista y vocación de aragonesismo eficaz. Descubrir cuándo y cómo Aragón es alguien ante sus reyes, íij^.T 1283 como auténtico arranque de las Cortes de Aragón «al responder a una iniciativa aragonesa que se vio obligada a aceptar la monarquía», describir las luchas internas entre los cuatro brazos, las tensiones .con los monarcas o sus representantes, es un apasionante episodio de nuestra historia, no tan remota como algunos puedan creer, ya que, efectivamente, «la tarea del historiador entraña también la posibilidad de poder imbuir con su enseñanza los espíritus más dispares con el alma de lo popular, de lo regional o de lo nacional». Este joven y ya maduro y muy serio medievalista que es Esteban Sarasa (colaborador en varias ocasiones en ANDA'LAN, donde precisamente ofreció tres artículos magníficos sobre este temá en los núms. 144, 145 y 146), sabe muy bien lo que se dice y sin duda piensa muy bien en esos ecos de la historia. Acaso cuando escribe cómo Aragón «buscó recuperar el protagonismo de antaño frente al resto de los territorios de la confederación. Pero la falta de minorías dirigentes con auténtica visión de futuro y el egoísmo de .las clases privilegiadas, anciadas por otra parte en la salvaguardia celosa de sus fueros, así como el envejecimiento progresivo de las instituciones que ni se renovaron ni se adaptaron a los nuevos tiempos y a las especiales circunstancias de cada momento, dieron al traste con las esperanzas forjadas a raíz del Compromiso de Caspe tras las primeras actuaciones de los nuevos monarcas». Hasta aquí la reseña, obligadamente breve. Excelentes medievalistas tiene hoy Aragón para que el tema siga profundizándose. E C F Libreros Guillermo Redondo Veintemillas: El gremio de libreros de Zaragoza y sus antiguas ordinaçiones (1573, 1600, 1679). Caja de Ahorros de la Inmaculada, Zaragoza 1979. Coincidiendo con la recién celebrada Feria del Libro en Zaragoza, se ha presentado esta edición facsímil de los primitivos documentos que regulaban a los libreros zaragozanos. La edición, de una pulcritud y perfección muy encomiables y que hace gratísimo tener en las manos este tipo de textos, es presentada por el profesor Redondo, del Departamento de Historia Moderna de nuestra Universidad, recién doctorado y que sigue trabajando en temas de historia gremial aragonesa de esos siglos. Nos remite, pues, en breves páginas, al complejo pasado gremial aragonés, al declive económico del XVII y sus derivaciones comerciales y laborales; pasa luego a glosar la fundación en 1573, de la Cofradía de libreros de Zaragoza, por veinte maestros de la ciudad que se acogen al patronazgo de San Jerónimo; su organización, cargos, aprendizaje, examen de maestría (¡lo normal era tener que presentar encuadernados tres tipos de libros de diverso tamaño!), etc. Un acierto de edición y un regalo para bibliófilos y amantes de nuestra historia. £ F C Plástica Un arte original Dentro del programa de Fiestas del Pilar y patrocinada por el Ayuntamiento de Zaragoza, se inauguró el pasado día 11, en la Galena Municipal de Arte Pablo Gargallo (Avda. Goya, 87-89), una exposición de cerámicas y tejidos Shipibo, que permanecerá abierta hasta el día 31 de octubre.- La muestra, que abarca unas sesenta piezas artísticas, entre cerámicas y tejidos, aparecía anunciada en el. programa oficial como una evocación digna del concepto de la Hispanidad, en la medida en que, en esta 12 ANDALAN