Psiiscs ricos, países pobres El mundo que viene Aunque a veces nos absorben casi por completo los problemas cotidianos o los de nuestro entorno más próximo, resulta conveniente echar una ojeada a ámbitos más amplios y preguntarse por las expectativas que se le abren a la Humanidad en las próximas décadas. El desencadenamiento de la crisis energética ha traído como consecuencia la realización de nuevos estudios como el que ha -publicado recientemente la OCDE con el título «Interfuturos» que intentan asomarse a lo que será la Tierra en el año 2000. Un planeta con casi 6.000 millones de habitantes en esa fecha, con inmensas bolsas de pobreza y con la sensación de que se agotan toda una serie de recursos naturales como consecuencia de su explotación irracional, aunque a la espera de nuevas tecnologías capaces de mejorar las expectativas futuras. Un planeta, en fin, en el que el millón y medio de aragoneses que ocuparán estos 47.669 km2 de solar regional (equivalente al 0,000346 % de las tierras emergidas) supondrán en el año 2000 2,46 habitantes por cada 10.000 que haya en el mundo. Quizá demasiado poco para creernos el ombligo del mundo, aunque en cualquier caso sea necesario saber qué va a ocurrir a nuestro alrededor. Antes incluso de que el alza del precio de los productos petrolíferos (la bendición disfrazada a la que se ha referido el Nobel de Economía Tinbergen) señalara el comienzo del fin de una época de fortísimas tasas de crecimiento en los países industrializados, toda una serie de estudios se habían dedicado a predecir el futuro económico de la Humanidad llegando a conclusiones poco optimistas. La constatación de que se estaba intentando crecer ilimitadamente en un mundo con recursos escasos, fue una de las aportaciones más significativas de los informes del Club de Roma, que han dado paso a un nuevo estudio de la OCDE con el significativo título de «Frente al futuro: el dominio de lo probable y la gestión de lo imprevisible», y en el que se abordan cuatro interrogantes básicos: Preguntar al futuro —¿Puede continuar el crecimiento mundial en un futuro previsible sin verse entorpecido por las limitaciones físicas que imponen las disponibilidades mundiales de energía, de materias primas, de tierras cultivables, o por el impacto de contaminantes en el medio ambiente? —¿A qué problemas deberán enfrentarse las sociedades industriales a medida que el cambio en el sistema de valores altere la composición de la demanda de bienes y servicios? — ¿Qué evolución van a seguir los países del Tercer Mundo inmersos en muchos casos en un auténtico círculo vicioso de la pobreza? ¿Podrán ponerse en marcha ac¬ ciones conjuntas con los países industrializados o un mecanismo de ayuda eficaz que permita disminuir unas diferenicas que hoy van de 1 a 18 entre las naciones más ricas y las más pobres? — ¿Qué problemas plantea la creciente interdependencia entre unos países y otros? A la hora de contestar a estos interrogantes es necesario tener en cuenta los distintos puntos de que se parte. Así, en las sociedades industriales avanzadas crecerá lentamente el número de habitantes — apareciendo incluso problemas ocasionados por su envejecimiento — y sus niveles de renta aumentarían despacio debido en buena medida a la transición energética, a la vez que el desarrollo de nuevos estilos de vida producirá cambios en el volumen y en la composición del producto social, de difícil estimación. La electrónica, las nuevas fuentes de energía, la biología, la agroindustria y el uso del océano y del espacio serán las grandes aventuras tecnológicas de los próximos años, y de su resultado va a depender en buena medida el tipo de crecimiento que se logre. - El hambre seguirá azotanto en el año 2000 Por lo que respecta a los países subdesarrollados — cuya población superará en el año 2000 los 4.500 millones de personas con una renta media por habitante situada en torno a los 800 dólares — , mostrarán características muy diversificadas en base a su disponibilidad o no de recursos energéticos y a la posiblidad de iniciar o consoli- La diferencia de la riqueza en el mundo Renta per captta 1977 en dolares más de 6000 Población 1977 Kuwait, Suiza, Suecia, Estados Unidos, 434 Millones República Federal Alemana, Francia, Canadá, Australia, Países Bajos, Bélgica, Austria. 602 Millones 3000-6000 600-3000 360-600 Japón, Reino Unido, Italia, España, República Democrática Alemana, Polonia, URSS, Arabia Saudita. Brasil, México, Irán, 660 Millones Turquía, Argentina, Chile, Rep. de Corea. China, Nigeria, 089 Millones Filipinas, Thailandia, Marruecos, Rodesia. India, Bangladesh, Indonesia, Pakistán, Egipto, Etiopía, 1310 Millones z>ir, v¡eWOT; la^jDesarrollo y Cooperación 1979. dar sus procesos industrializadores. Asia del Sur, con casi 1.500 millones de habitantes al incluir a países tan poblados como India, Pakistán y Bangladesh, y el Africa Subsahariana, con 544 millones, serán las dos mayores bolsas de pobreza del Mundo al ser incapaces de absorber unas altísimas tasas de crecimiento demográfico situadas en torno al 2,5 % anual acumulativo. La evolución de la carrera armamentística es otra de las grandes incógnitas que deberá despejarse, y de ella va a depender que en un momento determinado las tensiones mundiales puedan desembocar en una Guerra Mundial de consecuencias catastróficas para toda la Humanidad, o que por el contrario pueda contenerse liberándose así toda una serie de recursos que podrían utilizarse para financiar el desarrollo. Los gastos militares anuales, que pueden estimarse en torno a los 350.000 millones de dólares, son casi doscientas veces más elevados que la suma gastada para programas de desarrollo económico por la ONU, y lo cierto es que en este comportamiento militarista apenas hay diferencia entre los países de un bloque y otro. Así, URSS e Israel están a la cabeza en gastos de defensa con un porcentaje de su renta dedicada a este fin que se acerca al 10 %, y el 8 % de las exportaciones norteamericanas son armas producidas en un gigantesco complejo industrial-militar que ocupa a 400.000 personas. Mientras tanto, el informe R.I.O. — dirigido por el profesor Tinbergen — señala como una inversión inmediata de 15.000 millones de dólares serviría en los próximos años para cubrir las primeras necesidades del Tercer Mundo. Ayuda y subdesarrollo Si bien en diferentes conferencias internacionales los países subdesarrollados han insistido en reivindicar un comercio justo en lugar de percibir ayudas de los países industrializados, lo cierto es que salvo en el caso del petróleo, la relación de intercambio ha seguido siendo desfavorable para las exportaciones procedentes de los países del Tercer Mundo, y que éstos tampoco han conseguido poder negociar conjuntamente la deuda que habían contraído en sus relaciones con los países más ricos. Mientras tanto, el objetivo marcado por las Naciones Unidas para transferir recursos desde los países industrializados se incumplen reiteradamente, y así, en el período 1971-1975 tan sólo Francia se acercó al objetivo marcado del 1 %, mientras que Alemania y Estados Unidos apenas cubrieron la mitad, incumplimiento al que debe añadirse que en muchos casos se trata de ayudas vinculadas, es decir, condicionadas a la utilización de los fondos suministrados en partidas específicas de bienes procedentes generalmente del país donante, lo que sirve a menudo para dar salida a determinados excedentes. ¿Continuarán reproduciéndose este tipo de relaciones internacionales insolidarias, o por el contrario habrá cambios importantes en las próximas décadas? Mientras este interrogante se va contestando, parece conveniente recordar los puntos más importantes — y sobre los que hay un mayor grado de acuerdo — de cara a conseguir un Nuevo Orden Económico Internacional: — Modificación del Sistema Monetario Internacional para basarlo en patrones distintos a los que han estado vigentes hasta ahora, y que han conferido importantes privilegios a los Estados Unidos. — Control de las empresas multinacionales a través de un organismo con poder capaz y con ámbito supranacional para poder verificar la certeza de las transaciones realizadas entre plantas situadas en diferentes países. — Aceleración de la produc¬ ción de alimentos y estabilización de los precios de las materias primas, productos manufacturados y tecnología. — Conversión de una proporción creciente de los gastos de armamento en ayudas para el desarrollo. — Protección del medio ambiente y de la naturaleza. — Desarrollo de la información sobre control de la natalidad, de manera que la planificación de la población — fundamental en toda una serie de países subdesarrollados — no viole los derechos de los padres. — Reparto de los beneficios del desarrollo entre todos los ciudadanos de cada país. El lanzamiento de la Tercera Década para el Desarrollo por parte de las Naciones Unidas a lo largo de los años 80, sería una buena ocasión para poner en práctica estos puntos y, sobre todo, para tener en cuenta que además del enfrentamiento existente entre dos bloques con concepciones políticas distintas hay en el mundo otro enfrentamiento no menos importante: el que separa a los países ricos de los pobres. El difícil diálogo Norte-Sur al que el Sr. Abril Martorell quiso referirse recientemente. José Antonio Biescas América del Norte 237 275 Japón 112 133 CEE 259 265 Otros países europeos OCDE 147 164 Australia y Nueva Zelanda 19 22 0,6 0,7 0,1 0,4 0,6 116 119 102 116 116 5 2 4,5 3 0,5 Total OCDE 774 859 0,4 111 15 URSS y Europa del Este 363 400 0,4 110 América Latina Asia del Sur Asia del Este y del Sudeste China Africa Norte y Oriente Medio Africa Subsahariana 328 556 828 1.359 337 639 823 1.148 175 333 302 544 2,1 2,0 2,6 1,3 2,6 2,4 170 164 190 139 190 180 9 23 11 20 6 9 Total Mundial 3.960 5.838 1,6 149 100 Fuente: Informe Interfuturos. Población mundial por áreas del mundo (en millones) Tasa de Porcentaje crecimiento población anual Indice mundial en 1975/ 2000/ el año Areas 1975 2000 2000 (%) 1975 2000 ANDALAN 9