1 8i kiliín n.0 420 Primera quincena de febrero 1985 sumario I estado de la jión Is comunistas ggoneses: lovarsa o morir jbre la Istmodernidad aloradas. — Antonio pez ir 8oltero(a) en jstaín. Amor para un He 6 10 23 32 sacciones: Plástica, Música, Teatro, |t)ros, Bibliografia, A los cocodrilos y Epístolas labordetinas. Director: Eloy Fernández Clemente J«f« de Redacción: Antonio Peiró Administración: Carlos Burrel. iblicidad: Javier Inglés y Rafael Diez Ginés Suscripciones: Ana Calvo |ta: ANDALAN. S. A. San Jorge, 32, pral. Teléfono 396719 |Prinw: Cometa, S. A. Carretera Castellón, r 3,4. Zaragoza. Depósito legal: Z-558-1972 El estado de la región Las Cortes aragonesas se reunieron, convocadas por el presidente de la D.G.A., para analizar el Estado de la Región. Marracó no quiso, esta vez, analizar el estado de la Autonomía, al igual que también rechazara una encuesta sobre este asunto el presidente de las Cortes. Ambos — dos de los políticos más validos de esta tierra — saben que una Autonomía tortuosamente alcanzada, fatigosamente desmovilizada por la derecha y confusamente trabajada por la izquierda, tiene poco «look» como para interesar al personal. Tampoco interesó mucho el debate, que iba pasando sin pena ni gloria y entre disparates bochornosos de la derecha — ¡qué derecha habemus! — y visiones triunfalistas y tecnocráticas del P.S.O.E. hasta que llegó la hora de las votaciones: el alcalde de Zaragoza se encontraba ausente. Su ausencia creó una inestabilidad tal que los del pesoe tuvieron que bajar desde las alturas «olímpicas» para cicatear votaciones con el PAR y con AP e intentar sofocar el sofoco con amañamientos y consensos no queridos. Ahí, en ese capítulo del análisis regional, la atención subió puntos, hasta convertir el tedio en un emocionante film de Hitchcock. Don Ramón, con su «espantà» la había liado. Y otra vez su personalismo dio al traste con una estrategia perfectamente delineada por Marracó y sus colaboradores más cercanos. Menos mal que los botijeros del PAR-Bolea y los suyos parecen murcianos botijeros por sus obsesiones «hidráulicas» — no dan mucho más de sí y el presidente — demostrando su enorme capacidad dialéctica y política — consiguió salvar la cara. Pero el señor alcalde, ante la indignación provocada en su partido, no se le ocurre sino amenazar con irse al grupo mixto. Habrá de una vez que ponerle las peras a cuarto. Está deteriorando de tal manera la figura de la izquierda en estas tierras que, unánimemente — sin siglas partidistas — hay que empezar a pedir, por el bien del pueblo, la democracia y el inmaculado socialismo, que se vaya. Si no fue bastante con lo del Papa, ¡pues toma taza y media! Y el personal mirándolas venir. Desgraciadamente el poso final de un debate que de algún modo podía haber sido constructivo y conciencuador, ha terminado por ser un nuevo chiste de mal gusto del señor Sáinz de Varanda. ANDALAN 3