Uno organizador, hizo gala en humor presentando una Ln en verso; pero Angei Serrano tiene escaso sentido mor y no ha dado su brazo L cargando sobre el poeta, Ljó laboralista y excelente L una típica losa del antiLgimen. Burriel, además de en sus trece y preparar L recursos en versos, dedifahora todos sus esfuerzos a lar la deteriorada imagen del [aragonés hacia fuera, a las Iones con otros grupos de Irda, a luchar por esa con[encia que él y sus compañelesean. unidad de la izquierda [es que las futuras elecció - Lás o menos dibujadas en jorizonte de un año, han vuel[traer a la palestra el tema de lidad de la izquierda. A mules gusta poco ese casi lisivo electoralismo, y otros, Lambió, piensan que no hay {que por bien no venga, si la Isidad hace virtud. Claro, que Bebemos olvidar que izquierque se dice izquierda, hay lia en el PSOE, entre los diez ones famosos de votantes, fchos de ellos antiguos votan[del PCE, marxistes convencique auparon así una mayoría Gobierno. Pero sean fijos ¡restados muchos de esos vo queda a la izquierda de esa [lerda un montón de militantes [arbolados y de votantes despertados. Gentes que militaJen aventuras desaparecidas, [ue lo hacen aún con envidiable ¡severancia y escasísima eficaEl gran escándalo de una erda desunida en grupúscu-algo más propio de rena¡itista descomposición en sacia Iglesia cristiana — está Ido a un amplio debate y la pea de un etendimiento de fonj-y no sólo oportunista y elecpl-. Para forjar una coalición l'ítica no sobran fechas hacia turnas, pero sí prisas hacia una |funda recomposición de la izNa marxista, maltratada en panslción, falta de metas espejeas, desguazada y desilusiona - Es urgente caminar hacia un [nbio revolucionario, y si el PCE hasta hace poco el núcleo Irtebrador óptimo —y con fre¬ cuencia se negó a hacerlo con generosidad y atractivo — , hoy puede no ser imprescindible. Los grupos de defensas sectoriales concretas (pacifistas, ecologistas, feministas, etc.), así como los pequeños partidos a su izquierda (preferentemente más que a su derecha, lo que sería un grave errorjT, desean aún más que el propio PCE una plataforma de discusión y trabajo (y luego, en su día, electoral, si las cosas cuajan), pero no guardan buenos recuerdos de ciertas arrogancias pasadas que lo impidieron siempre. Me temo que los comunistas, al menos los aragoneses, van a tener muy difícil la elección entre un aglutinante fuerte en que se¬ que el PSOE, para hacer gobernable la DGA, cuyo presidente contaba con justo el 50 por ciento de los diputados en las Cortes Aragonesas menos el díscolo Ramón, se haya planteado con quién pactar hasta el final de la legislatura, es sobrecogedor. La duda sobre el PAR, molesta hasta la estética. Nada une a ambos grupos: uno de derecha y otro de centro-izquierda, uno regionalista y otro muy poco; mientras que PSOE y PCE tienen en común un mismo estilo de vieja oposición al Elecciones 1977: eran otros tiempos. rían importantes pero no hegemónicos ni podrían imponer sus «siglas», o... como lúcidamente denunció un «alucinado» pacifista en el coloquio con Andreu Claret, aferrarse a esas emblemáticas «herramientas» para, acaso, seguir hundiéndose más en la arena política que, quiérase o no, exige éxitos en las urnas. Y el PSOE: las barbas a remojar. . . Ese es, curiosamente, el mismo problema que — ahora, no en elecciones, sino en la más árida praxis cotidiana — tiene el PSOE aragonés ante la caprichosa desobediencia del alcalde de Zaragoza, y que puede traer enormes consecuencias para el mapa político de Aragón. El solo hecho de franquismo, una izquierda más o menos matizada, y ...también escasos fervores regionalistes. Pienso que sería una excelente ocasión, ésta del amenazante y prófugo Sáinz de Veranda, para que el PSOE dejara de lado su aislacionismo, tan mal consejero, estableciera una política realista y mesurada pero claramente de izquierdas, hiciera gobernable Aragón y adelantase en las leyes que esperan — ¿cuándo el Justicia, por ejemplo? — , y no por ello dejasen de hablar, negociar, pactar eventualmente siempre que sea posible, sin humillaciones gratuitas de la oposición, con los grupos que se avengan a ello. Que nadie esté de más en esta tierra nuestra para caminar hacia adelante. ELOY FERNANDEZ CLEMENTE ANDALAN 7