[a torre de Babel ¡Varearte mereces. Aquella noche [suertes — que si entrábamos, que ]n0— , tú, lejos de participar velo, te amodorrabas. No estás a [que se celebra, viejo amigo. Ni i hubimos ensamblaje, alea, supiste consentir los lógicos ¡ansportes de alegría. Por contra, L de árbol caído, al freír será al rezongabas. No te arrancas, ;e lo que se eurodiga, más que |la fuerza. ¡Te aferras a la superada tesis (totesis es superada, todo cielo ul, todo nipoaceite de yanquisoa la caduca tesis de que lo me Ir para todos es que cada uno se Intraiga en lo posible a usar de lo le posee, ya que, a estas alturas, > la escasez abunda. Te ciega la [pesura y no comprendes la doctrieconómica de las hadas madrijas, que nos darán de todo si no halemos de nada. A tu vera se expanreluciente el Carlomagno und ladame Pompadour et Fils Enrolan Bank, esa obra del espíritu, y ni el ramo de la paz le ofreces, tal te veo. Pasarán las elecciones [no daré por ti dos eurocuartos, ^iigo viejo, olivo. DAVID JIMENEZ MAZO Y de la modernización que tendremos con la OTAN, ¿qué me dicen? Mercado Común» A mí lo que más me gusta de Europa son las suecas, y como éstas no son del Mercado Común, el rollo este me trae sin cuidado. Sucede, sin embargo, que como es una manera de enrabiar a la derecha de este país, pues me parece bien. Y más ahora, que con lo del aborto nos han dado por el c..., a todos los españoles demócratas. Parece que es nuestro oficio más natural. Desde Australia (New Juslibol, Estado de Quensland) todo esto se ve como de tan lejos que da lo mismo: el culo, el aborto —aquí es libre y cada uno hace lo que quiere— y el Mercado Común. De todos modos gracias por acordaros de mí en estos momentos históricos, e histéricos, para el pueblo español, si es que aún queda alguno de éstos, pues, según mis noticias, con los nuevos regímenes de la Seguridad Social sobre las jubilaciones, va a haber un recorte de la pirámide de población, por arriba, gracias a la muerte por inanición de los abuelos.Esto es mucho más importante que el Mercado Común y a ver quién apechuga con esta batalla. Saludos desde estas hermosas tierras tan parecidas al somontano del Moncayo que, a veces, desde mi ventana, lo veo en realidad. Un beso para don Eloy, que supongo que seguirá tan mayor como siempre, y para vosotros feliz y próspero Mercado Común. J. A. Labordeta ANDALAN 7