(Foto Jalón Angel) LA propaganda turística presenta a Zaragoza como población de 300.000 habitantes; situada en amplia llanura que fecundan los ríos Ebro, el Huerva, el Canal Imperial y, a mayor distancia, el Gallego. Su altura es de 210 m., sobre el nivel del mar. La circunstancia de abrirse el valle del Ebro al noroeste de la ciudad, atalayado en la lejanía por la Sierra del Moncayo, y actuando uno y otro a modo de centros receptores que canalizan los fenómenos atmosféricos provinentes de los Pirineos y los montes de Navarra, da lugar a que el clima de Zaragoza sea variable y con tendencia a bajas temperaturas, aunque raras veces extremas. Sin embargo, abundan los días de cielo despejado, notables por su luminosidad, que permiten que las calles de nuestra ciudad se vean sumamente concurridas de una muchedumbre en su totalidad bien ataviada, dando vivacidad y alegría al movimiento colectivo, gran número de establecimientos comerciales elegantemente presentados. Ciudad "très gaie", "très sympathique", "très charmante", la denominan muchos turistas extranjeros, encantados del aspecto de nuestras vías públicas, siempre acogedoras y dinámicas. Magnífica es la situación geográfica de Zaragoza, equidistante a las urbes más importantes y grandes de España; comunica directamente por ferrocarril y carretera, con Madrid (340-322 fems.); con Lérida (184-144); con 'Barcelona (344-306); con Teruel (188-184); con Valencia (350-324); con Pamplona (182-11Í6) ; con San Sebastián (319-264); con Logroño (171-174); con Bilbao (344-298); con Huesca (74-72); con la frontera francesa de Canfranc (173-183). La visita a la ciudad puede iniciarse, teóricamente, desde la plaza de España, centro al que convergen las principales comunicaciones ciudadanas y el más indicado para dar comienzo al itinerario que nos permite el conocimiento orgánico de las vías y monumentos de mayor interés para el forastero. De la plaza de España conviene dirigirse a la calle de D. Alfonso I el Batallador, para encaminarse al templo del Pilar. No vretendemos con este trabajo sentar plaza de eruditos. Si este fuera nuestro propósito pediríamos la ayuda de firmas especializadas. Nuestra pretensión es más modesta. Simplemente, ayudar al turista desorientado de un modo claro y breve. Las guías de turismo y arte detallan con minuciosidad cuanto interesa al estudioso e investigador. Pero hay también gentes sencillas, con grandes afanes de superación, que apetecen estos datos generales para ir formando su acervo cultural. En números sucesivos continuaremos hasta agotar el tema, labor extensa por el enorme tesoro artístico que encierra nuestra ciudad. O'- ■a TEMPLO DEL PILAR Es el mayor y más importante de España en su estilo barroco con decoración neoclásica. Ocupa, ampliado, el espacio que llenaron, primeramente, un modesto Oratorio, para guarda y veneración de la Columna, sobre la cual y según la tradición apareció la Santísima Virgen en persona, alentando a Santiago el Mayor en su apostolado para la conversión de gentiles (año 40). Después, alzóse una iglesia románica, luego mudéjar, más tarde sustituida, por incendio, con un templo gótico (1515).; Finalmente, por iniciativa de D. Juan dé Austria y autorización de su hermano natural el rey D. Carlos II, comenzaron las obras de la nueva basílica (1681-1715). El templo actual, que sustituyó al gótico, fué trazado por los arquitectos Felipe Pérez y. muy especialmente, por Francisco Herrera Hinestrosa, denominado "Herrera el Mozo". Sin embargo, no poseyendo la Virgen camarín digno de la grandeza que el culto iba adquiriendo, el rey D. Fernando VI ordenó, en 1754, la construcción de la Santa Capilla, encomendando la obra al arquitecto /Ventura Rodríguez, que amplía el Templo hasta alcanzar las actuales dimensiones: 130 m. de largo, por 67 de ancho, coronado por once cúpulas, diez linternas y dos torres. LA SANTA CAPILLA Está construida con mármoles, jaspes, bronces y plata, y pertenece al orden compuesto. ' ' ^ ""Sil ilB ill liBliiÜli ISlt-;-'-": r' Jïft : ff» ir iSliiiliili»81 ililg mtmmmMmmi Monumento a los Sitios, Museo Provincial, Escuelas de Comercio e Industrial, situados en la plaza de José Antonio, que con sus espléndidos jardines es uno de los lugares más atractivos de Zaragoza. La Imagen, en madera, tiene 37 cms. de altura, y descansa sobre columna de jaspe de 2,44 m. de longitud, resguardada por un estuche de bronce y otro de plata, y cubierta por un manto que alcanza hasta los pies de la Imagen. ¡i En la fachada posterior de la Capilla se abre el humilladero, donde los fieles pueden adorar la Santa Columna. El altar central de la Santa Capilla, como también el correspondiente al lado del Evangelio, que representan la "Venida de la Virgen" y "Santiago y sus conversos", son obra del escultor José Ramírez; y el altorrelieve "La Asunción de María", en el testero exterior del témplete que forma la Santa Capilla, es debido a Carlos Salás. Los medallones, en mármol de Carrara, son del referido Salas y de Manuel Alvarez. En las cornisas, columnas y muros fronteros se colocaron banderas y trofeos del rey Carlos ITI y, desde 1908, banderas representativas de los países hispanoamericanos, una vez bendecidas por S. S. Pío X. La Virgen del Pilar fué designada Patrona de la ciudad el 27 de mayo de 1640, y actualmente se la reverencia como Reina de la Hispanidad. BOVEDAS. Pintadas al fresco, se deben a Goya la del Coreto (1772), y la de San Joaquín (1781) , con alegorías de "la Gloria" y "Regina Martyrum", respectivamente; a Francisco Bayeu, las cuadrangulares, anterior, posterior y laterales de la Santa Capilla, que representan "Regina Sanctorum Omnium", "Regina Angelorum", "Regina Prophetarum" y "Regina Apos- 1 ■' ïl|SÍÍIÍÍ|iW El Pilar y el Ebro, símbolos de la raza aragonesa y de -la unidad de la Patria. irtistica sillería del coro del Templo de Nuestra Señora del Pilar tolorum". Antonio González Velázquez pintó la cúpula existente sobre la Santa Capilla. Representa la Aparición de la Virgen a Santiago (1752-53). Ramón ¡Bayeu pintó las que se hallan delante de las Capillas de San José, Santa Ana, cancel de ingreso por la plaza del Pilar y el opuesto ingreso por el Paseo del Ebro, representando en sus cuerpos principales "Regina Confessorum". "Regina Patriarcharum" y "Regina Virginorum". En la cúpula central del Santo Templo aparecen pinturas de Bernardino Montañés, Pescador, Unceta y otros. El pintor valenciano Ramón Stolz pintó la que se alza sobre el Coro con una alegoría de la Música reverenciando ía Divinidad, y los dos plafones de las naves laterales: "El Milagro de Calanda" y "Los Reyes Católicos ante Granada". RETABLO MAYOR Y CORO. Del antiguo temnln gótico se conservan el altar mayor, el Coro y la caja del gran órgano. El altar mayor lo constituye un magnífico retablo en alabastro de Gelsa. oscurecido -nnr Ta acción del tiempo, construido por el escultor Damián Forment (1509-1518). Representa episodios de la Vida de la Virgen y de Nuestro Señor Jesucristo; la Natividad, la Anunciación, etc.. y como asunto central del cuerpo principal, "la Asunción". El retablo, de gótica factura, es obra maestra de aquel gran escultor, que también ha legado los de la iglesia de San Pablo y de la Catedral de Huesca. El Coro consta de tres órdenes de gradas, con 136 sitiales. Es obra espléndida del Renacimiento, siendo feliz conjunción de los estilos español y florentino. Los asuntos están basados en escenas de las Vidas del Señor y de la Virgen María, episodios del Antiguo Testamento, etc. (1542-1549). Fueron sus autores Esteban de Obray, supuesto milanès, aunque residente en Navarra; Juan de Moreto, florentino; y el zaragozano Nicolás Lobato. Cubre el ingreso a este Coro una monumental y magnífica reja, debida a Juan Tomás Celma, o Cela (1574-1579). La Caja del órgano que contiene el instrumento actual fué construida por Juan de Moreto (1529). El órgano anterior fué obra del moro Guillermo de Lupe (1598). TESORO DE LA CATEDRAL. En las Sacristías, Mayor y de la Virgen, se guardan y exhiben al visitante un número extraordinario de alhajas, orfebrería y recuerdos histórico-artísticos, de un valor inmenso, que por ser descritas por personal especializado no precisa referencias. Sin embargo, diremos que la imagen procesional de Nuestra Señora del Pilar es obra en plata de Miguel Cúbeles (1620), y que la corona donada por las damas españolas en 1905 es obra de Ansorena y lleva incrustadas 10.000 piedras preciosas, conteniendo el "resplandor" cuatro kilos de oro y engarzadas 5.000 piedras preciosas. — , 8 —