Peralta de la Sal, pueblo natal del gran Santo y pedagogo aragonés San José de Calas anz mrmr m: m: m Patio de la Residencia y monumento a San José de Calasanz DESDE 1940, III Centenario de la muerte de este ilustre español y bienhechor de la Humanidad, la antigua villa de Peralta de la Sal, al recibir en triunfo indescriptible la lengua y el corazón, todavía incorruptos, de su preclaro hijo José de Calasanz, es cada veizS más centro de atracción espiritual y de no pequeño interés turístico. A 22 kilómetros de las industriosas ciudades Monzón y Binéfar y a 100 kilómetros de la populosa, activa y episcopal Barbastre, enclavada en un barranco se halla esta villa, notable en otro tiempo por su religiosidad y numeroso clero. Todavía se conserva en ella la vieja casa de los "Canonges". Era feudo o posesión de los Marqueses de Aytona, La Orden de las Escuelas Pías tiene en eila desde hace casi tres siglos una escuela y Casa Noviciado para los Etecolapios de Aragón, Logroño, Soria y Argentina. Saqueada la Casa Noviciado, deteriorada la antigua iglesia, y tanto ésta como la capilla, que otrora fuera casai nativa del Santo, profanadas por la horda marxista de 1938, se dió comienzo el año 1940 a la restauración, ampliación y decorado de dicha capilla, que ahora es un rico y hermoso santuario en el que donde estuvo su cuna se venera simpática efigie o imagen del Celeste Patrono de la Escuela Popular Cristiana. En el lugar que ocupaba la antigua iglesia se ha erigido una espléndida y confortable Casa de Ejercicios 'y hospedería de peregrinos. Desde la inauguración de esta restauración, en 1948, con motivo de la llegada de las reliquias insignes (lengua y corazón) del Santo, el nombre de Peralta de la Sal ha recorrido toda España y es ya conocido en todo el Occidente católico, en la América Central y Meridional y lo está siendo en estos días en Norteamérica y Japón. , Los PP. Escolapios no han perdonado gastos, trabajos y esfuerzos hasta conseguir que esos "santos lugares calasancios" fueran la admiración de los numerosos turistas, peregrinos y ejercitantes espirituales, que continuamente los visitan. Los constantes donativos de personas afectas a las Escuelas Pías y devotos del Santo de los niños, han hecho posible ese "milagro humano" de convertir en centro de piedad y turismo un pueblo pobre en si y desconocido casi por completo a pesar de haber nacido en él el primer Santo pedagogo del mundo. Una variante de carretera, inaugurada cuando las fiestas centenarias de 1948, da cómodo acceso al mismo. El teléfono, no ha mucho instalado, lo pone en comunicación con el resto de España. A no tardar, las aguas corrientes potables circularán por las casas. En la plaza de San José de Calasanz, delante del Colegio y la Casa de Ejercicios, se yergue hermosa estatua de bronce, reproducción exacta de la que los rojos se llevaron, obra del escultor zaragozano Carlos Palao Ortubia. Decoran la bóveda de la capilla del Santo cuatro grandes y preciosos óleos alusivos a la vida del mismo; el actual decorado, en el que se destaca el cuadro de la Gloria, se debe al pincel del maestro valenciano Vicente Gay. La iglesia parroquial, actualmente en vías de mejoramiento y decorado, contiene la pila bautismal donde recibió la primera Gracia, en 1556. En la casa Vicarial se guarda con veneración un cáliz de plata dorada, donado por el Santo en vida y restaurado después de profanado y completamente destruido por los rojos. En la santa capilla, al lado del Evangelio, se encuentra la habitación o sacristía de las reliquias, que ahora está terminándose. Una de las principales reliquias es una vértebra del Santo, encerrada en una caja formada por una greca de laurel, repujada en oro de ley, guarnecida por 30 perlas, 4 rubíes, 3 brillantes y 23 diamantes; todo contenido en un templete de plata maciza, de 0,70 m. de altura, integrado por 80 piezas. Peralta de la Sal está cruzado por un río, que apenas merece ese nombre, denominado Sosa porque sus aguas no son saladas, como las que forman y alimentan las famosas salinas, que constituyen una de las riquezas del pueblo, A la entrada de éste, entre la confluencia de las carreteras a Calasanz y a Peralta, se ve el monumento al histórico olivo, donde es tradición que el niño Calasanz quiso matar al diablo. En el próximo año 1956, cuarto centenario del nacimiento del Santo, se piensa quede terminado, constituyendo un verdadero templo al aire libre. En las inmediaciones del pueblo, yendo al de Calasanz, hay un magnífico ejemplar de interés geológico por las huellas de palmípedas y otros animales, llamado "playa fósil". El dicho pueblo Calasanz está sobre una montaña, que domina el Valle de Peralta, junto a las ruinas de un antiguo castillo, que seguramente dió origen al apellido del Santo. Cerca de estas ruinas hay una ermita, dedicada a San Bartolomé por el Rey Pedro I de Aragón, que liberó el castillo para siempre de los moros. Hermosa vista panorámica. El valle de la Ganza, con una ermita de este nombre dedicada - a la Santísima Virgen, a donde acuden todos los años en romería los de Peralta y Calasanz, el segundo día de Pascua. Gavasa, pintoresco pueblecito, a 5 kilómetros de Peralta, con frondosa arboleda, imponentes peñascos y abundosas y cristalinas aguas. La Peña de los Ecos, a 5 kilómetros, con la fuente de la Teja, manantial de límpidas aguas. Bilet, restos de un antiguo monasterio de Templarios. El castillo y ermita de la Mora, donde se halla la Virgen de este nombre, cuya imagen se suele bajar a Peralta en rogativas. Puntos son todos éstos en cuya visita puede el turista emplear dos o tres días de agradable permanencia en estos "santos lugares calasancios". _ 8 —