vantando someramente el plano del lugar con indicaciones precisas de la zona o zonas devastadas ; obtener de cada familia la precisa información — controlada por las autoridades locales (alcaldía, guardia civil, juzgado, etc., etc.) — relativa a los daños y perjuicios causádoles, tanto en la propiedad inmueble como en sementeras, ganado y toda clase de intereses, incluyendo los individuos de la familia secuestrados o asesinados por las hordas rojas. Una vez realizadas esas gestiones investigadoras tendríamos los datos precisos para la estimación de los perjuicios sufridos ; y conocidos que sean ambos extremos, tendríamos el primer factor : es decir, la cantidad que habría que exigir a Cataluña por las pérdidas de personas e inmuebles ; el número de cabezas de ganado y el grano, harinas y demás, que la región catalana habría de restituir a Aragón ; y todo lo demás que abarcase la investigación y el avalúo. Todo eso debe y puede pagar Cataluña. Hay allí muchos millones que deben serles arrebatados para pago del daño material que han hecho, ya que el de índole moral no habría en el mundo compensación adecuada. Conseguidos los millones de la estimación, comenzaría el período reconstructivo de la propiedad inmueble. Y aquí vendría bien la aplicación de ese otro tópico que también se repite con inusitada frecuencia y al que hay que llegar, sea como sea : hacer la vivienda del campesino y del obrero más alegre, más confortable, más higiénica que la que hasta ahora ha tenido. Daba pena, al pasar por estos pueblos de Aragón, ver esias viviendas tristes, de color terroso, sin una to¬ nalidad risueña, sin luz, sin aire casi y sin las más elementales condiciones de higiene y de salubridad. Hay que construir la morada para los habitantes de los' pueblos de muy distinta manera, adaptándola a las condiciones del que ha de ocuparla. Deben ser casitas con luz y aire,, casas higiénicas dotadas con el número de habitaciones necesarias a la familia del ocupante y según sea su profesión ; es decir, que a la del herrero ^ — ^ por ejemplo — ha de añadírsele la fragua ; a la del labrador, el corral ; a la del tendero, la tienda ; y así sucesivamente las demás. Yo he visto en la isla de Cuba, muy cerca de la capital, un pueblo nuevo — ^ el más bonito que he visto en mi vida — construido por el entonces Presidente de la República, en un lugar antes inmundo que se llamaba Rancho Boyero y que se llamó después General Machado. ¡ Qué cosa más bien hecha y qué pueblo tan risueño ! Algo así desearía yo se hiciese en los pueblos que hayan de reconstruirse. Y me parece cosa muy factible, porque el gasto es casi igual construyendo con sentido y estética a hacerlo sin otro plan que la uniformidad y la pacotilla. Con pasos agigantados viene la época en que hemos de ir hacia la igualdad, o lo más parecido a ella; y el obrero y eí campesino han de disfrutar de mayores comodidades de las tenidas hasta aquí. Para eso hemos hecho una revolución tan sangrienta ; y las tendencias que se apuntan son : que no haya grandes capitales y que el promedio del vivir sea con nivel más igualitario. E. Freyre. EL ALCÁZAR DE TOLEDO D. Eduardo Pérez Agudo ha tenido la gentileza de reimprimir la notable conferencia que sobre "La Unidad Nacional", pronunció en el Alcázar de Toledo el día ii de marzo de i929, y como además destina los beneficios de su venta a la suscripción nacional, es doblemente digno de elogio el gesto del culto catedrático de la Universidad de; Barcelona. nos complacemos en reproducir dos sentidos fragmentos de dicha conferencia. O tro acierto, no menos digno de alabanza, es la elección del sitio : el Alcázar de Toledo. ¡ Toledo ! Ciudad augusta, imperial ciudad, erguida sobre elevado peñasco, casi todo ceñido por el "rico y dorado'' Tajo, que por honda garganta corre. Por encima de sus cimientos ha visto desfilar a cien generaciones, cada una de las cuales ha dejado esplendorosa huella de su inextinguible grandeza. Capital de reinos, corte de reyes, asiento de nobles, foco de artistas, sede de sabios, centro de industrias y emporio de riqueza, sólo es hoy un monumento viviente de la nación española, archivo perenne de innumerables leyendas, museo maravilloso de múltiple ornato, estuche de oro que encierra glorias inmaculadas y libro de piedra que narra la vida de la Patria. "Muerta la ciudad para la vida moderna de la industria y del tráfago, — dice Cejador — , logrará vida inmortal por el arte : vida más fecunda, pues pasa a las almas de cuantos la visitan; honda, por meterse en el corasón; vida más duradera, por no pender ya de los vaivenes del tiempo... Toledo es la historia de España petrificada" . EL ALCÁZAR Si la emoción sobrecoge al pisar el sagrado recinto de esta ciudad, que sería inmortal solamente por sus famosos Concilios, si otros mil títulos de inmortalidad no tuviera, el sobrecogimiento es mayor cuando nos encontramos, como en estos momentos solemnes, en lo más alto del alto peñasco, en este suntuoso Alcázar, un tiempo castillo de romanos, más tarde cindadela de godos, luego fortaleza musulmana ; en este Alcázar magnífico, que fué reedificado por Alfonso VI, y agrandado por los Reyes Católicos, y completado por Carlos V y Felipe II, y restaurado por el Cardenal Lorenzana; en este Alcázar, repito, en donde hoy se asienta la Academia de Infantería, plantel de esclarecidos y heroicos oficiales, que con sus proezas han llenado los anales de la historia contemporánea. 196